Junio 20 2020

En estos versículos, Jesús confronta algunos malentendidos con respecto a su enseñanza antes de tiempo y establece algo de lo que enseñará durante el resto de su sermón. Él dice que no ha venido para abolir la Ley y los Profetas (es decir, las Escrituras del Antiguo Testamento), ¡sino para cumplirlas!

Esto es importante porque, como veremos en los próximos días en Mateo 5, a simple vista parecía que Jesús está redefiniendo la Ley y los Profetas. Jesús tranquiliza a su audiencia, y a nosotros, porque no estaba reinterpretando los mandamientos de las Escrituras del Antiguo Testamento, más bien explicaba su intención original.

En el versículo 20 vemos el punto clave de lo que Jesús estaba hablando: los escribas y los fariseos eran los observadores religiosos más piadosos de la ley. Ellos siguieron los mandamientos de Moisés hasta el extremo, sin embargo, Jesús dice que, para entrar en el reino de los cielos, nuestra justicia debe exceder incluso la de ellos.

En las siguientes secciones de este capítulo, llegaremos a comprender lo que Jesús quiere decir con esto: nuestra obediencia a Dios no debe ser meramente externa, sino interna, desde el corazón. ¡Nuestra justicia excede la de los escribas y los fariseos cuando obedecemos a Dios no por un deseo de parecer moral o religioso, sino por un corazón verdaderamente transformado que le busca, le honra y lo adora sobre todo! Nuestra justicia excede la de ellos cuando nuestros corazones se conforman a los estándares de Dios al igual que nuestras acciones.

Mateo 5:17-20

Jesús y la ley

17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.

18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.

19 De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.

20 Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.

Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

Pregunta de discusión familiar:

¿Alguna vez has hecho algo bueno por el deseo de que otros piensen bien de ti? ¿Por qué esta clase de “justicia” no es aceptable a los ojos de Dios?

Junio 20 2020