24 de abril de 2020
Estamos tomando 21 días como iglesia para enfocarnos en la oración. Durante este tiempo, vamos a crecer en la oración alimentándonos del libro de alabanzas del pueblo de Dios, los Salmos. Te invitamos a que leamos y meditemos en el salmo cada día y luego, en respuesta, oremos ese salmo cada uno en sus propias palabras. Al final de cada devocional encontrarás un modelo de como orar el salmo. El propósito de este tiempo es que todos crezcamos en nuestra vida de oración y ajustemos nuestro ritmo al latir del corazón del Señor.
Las primeras 4 preguntas de este salmo describen con precisión a muchos de nosotros ahora. “¿Hasta cuándo, oh Señor?” ¿Cuánto durará este virus?, ¿cuánto tiempo sufrirá la economía? ¿Cuánto tiempo más Señor? ¡Está totalmente bien tener oraciones honestas con Dios y derramar nuestro corazón ante Él!
Tenemos que confiar en Dios y sus respuestas. Incluso cuando su respuesta es “no” o “espera”. Debemos recordar que los planes de Dios son más grandes, El siempre tiene una mejor idea, sus tiempos son perfectos, sus propósitos son claros, sus momentos son exactos, y siempre se mueve para nuestro bien y para Su gloria.
Nuestro trabajo es confiar en Él, incluso en tiempos de espera e incertidumbre. No permitas que lo que estás viendo te haga dudar de lo que Dios ha dicho. ¡Recuerda que Él ha prometido nunca dejarnos, nunca abandonarnos!
Salmos 13
Plegaria pidiendo ayuda en la aflicción
Al músico principal. Salmo de David.
1 ¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre?
¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?
2 ¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma,
Con tristezas en mi corazón cada día?
¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí?
3 Mira, respóndeme, oh Jehová Dios mío;
Alumbra mis ojos, para que no duerma de muerte;
4 Para que no diga mi enemigo: Lo vencí.
Mis enemigos se alegrarían, si yo resbalara.
5 Mas yo en tu misericordia he confiado;
Mi corazón se alegrará en tu salvación.
6 Cantaré a Jehová,
Porque me ha hecho bien.
Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
Oración
Padre, te traigo todo: mis dudas, miedos y ansiedad. Gracias por que me cuidas y porque sé que puedo traerte todo a ti en oración. Ayúdame a esperar pacientemente sabiendo que, incluso cuando no te veo o no te siento, tú estás moviéndote, tú estás trabajando, tú estás obrando para mi bien y para tu gloria. Ayúdame a tener confianza en tu amor constante, sabiendo que tú eres fiel y que tus promesas se cumplen. Tu nunca me dejarás, nunca me abandonarás y siempre me sostendrás con tu mano victoriosa. Señor, pongo mi fe, esperanza y confianza en ti y solo en ti. Amén
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