Devocional por Lori Mosser

Hechos 14

Pablo y Bernabé en Iconio

14 Aconteció en Iconio que entraron juntos en la sinagoga de los judíos, y hablaron de tal manera que creyó una gran multitud de judíos, y asimismo de griegos. Mas los judíos que no creían excitaron y corrompieron los ánimos de los gentiles contra los hermanos. Por tanto, se detuvieron allí mucho tiempo, hablando con denuedo, confiados en el Señor, el cual daba testimonio a la palabra de su gracia, concediendo que se hiciesen por las manos de ellos señales y prodigios. Y la gente de la ciudad estaba dividida: unos estaban con los judíos, y otros con los apóstoles. Pero cuando los judíos y los gentiles, juntamente con sus gobernantes, se lanzaron a afrentarlos y apedrearlos, habiéndolo sabido, huyeron a Listra y Derbe, ciudades de Licaonia, y a toda la región circunvecina, y allí predicaban el evangelio.

Pablo es apedreado en Listra

Y cierto hombre de Listra estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo de nacimiento, que jamás había andado. Este oyó hablar a Pablo, el cual, fijando en él sus ojos, y viendo que tenía fe para ser sanado, 10 dijo a gran voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él saltó, y anduvo. 11 Entonces la gente, visto lo que Pablo había hecho, alzó la voz, diciendo en lengua licaónica: Dioses bajo la semejanza de hombres han descendido a nosotros. 12 Y a Bernabé llamaban Júpiter, y a Pablo, Mercurio, porque este era el que llevaba la palabra. 13 Y el sacerdote de Júpiter, cuyo templo estaba frente a la ciudad, trajo toros y guirnaldas delante de las puertas, y juntamente con la muchedumbre quería ofrecer sacrificios. 14 Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas, y se lanzaron entre la multitud, dando voces 15 y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay. 16 En las edades pasadas él ha dejado a todas las gentes andar en sus propios caminos; 17 si bien no se dejó a sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones. 18 Y diciendo estas cosas, difícilmente lograron impedir que la multitud les ofreciese sacrificio.

19 Entonces vinieron unos judíos de Antioquía y de Iconio, que persuadieron a la multitud, y habiendo apedreado a Pablo, le arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto. 20 Pero rodeándole los discípulos, se levantó y entró en la ciudad; y al día siguiente salió con Bernabé para Derbe. 21 Y después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, 22 confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios. 23 Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.

El regreso a Antioquía de Siria

24 Pasando luego por Pisidia, vinieron a Panfilia. 25 Y habiendo predicado la palabra en Perge, descendieron a Atalia. 26 De allí navegaron a Antioquía, desde donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para la obra que habían cumplido. 27 Y habiendo llegado, y reunido a la iglesia, refirieron cuán grandes cosas había hecho Dios con ellos, y cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles. 28 Y se quedaron allí mucho tiempo con los discípulos.

Reina-Valera 1960 ® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988. Utilizado con permiso. Si desea más información visite americanbible.orgunitedbiblesocieties.orgvivelabiblia.comunitedbiblesocieties.org/es/casa/www.rvr60.bible

Al comenzar el nuevo año, es posible que haya tenido grandes propósitos como hacer ejercicio a diario, comer bien, leer más la Biblia o romper con un mal hábito. ¿Pero sabía que el segundo viernes de enero se conoce como el “Día del desánimo”? Ese es el día en el que muchas personas renuncian a sus propósitos o metas de Año Nuevo. Quizás puedas identificarte.

Hechos 14 es alentador porque leemos sobre la perseverancia de Pablo y Bernabé durante su jornada ministerial. No se dieron por vencidos. Se enfrentaron a una oposición increíble y a pruebas que habrían hecho que la mayoría de las personas renunciaran. Incluso después de recibir malos comentarios y la lapidación de Pablo, no se dieron por vencidos. Si alguien tenía una buena excusa para renunciar, ¡era Pablo! Sin embargo, estaba comprometido a servir a Cristo, sin importar el costo. Perseveró a través de todas las pruebas y animó a otros creyentes en su fe. Su motivación fue decir: “He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe” (2 Tim. 4:7, NVI).

 Ya sea sirviendo en el ministerio o en nuestra vida diaria en el trabajo, la escuela o cuidando a los niños, todos experimentaremos pruebas y desaliento. Quizás nunca enfrentemos la lapidación u otras adversidades como las que acabamos de leer. Aun así, podemos perseverar en tiempos difíciles sabiendo que Dios está con nosotros, tal como lo estuvo con Pablo y Bernabé. Oro para que este pasaje le dé esperanza y aliento para seguir adelante.

En este punto de nuestra serie de devocionales, el “Día del desánimo” ya pasó, entonces, ¿cómo va con sus propósitos de este nuevo año? ¿Ha orado al Señor para que le dé el compromiso y la perseverancia que requiere para cumplir los planes que Él tiene para su vida?

3 thoughts on “Día Catorce | El Libro de Hechos

  1. Más cuando ponemos a Dios primero en nuestros planes , El nos sorprende con lo que nos pasa en la vida.

  2. Que bueno es el Señor que nos pone en una iglesia como Champion Forest donde podemos orar unos por otros y animarnos unos a otros! Así como el cojo de nacimiento de Hch 14 nosotros podemos levantarnos aún que estemos desanimados. El que otros oren por nosotros y que Dios responda al levantarnos nos anima cada día. Gloria a Dios!

  3. Como cristianos estaremos llenos de batallas y puede ser facil rendirnos si las afrontamos por nuestras fuerza. Nuestra convicción es saber que Dios está con nosotros, obrando por nosotros y en nosotros. Él siempre es fiel.

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