Devocionales Diarios: Febrero 28

Malaquías 1,2,3,4:1-6
Malaquías 1
Amor de Jehová por Jacob

 Profecía de la palabra de Jehová contra Israel, por medio de Malaquías.

Yo os he amado, dice Jehová; y dijisteis: ¿En qué nos amaste? ¿No era Esaú hermano de Jacob? dice Jehová. Y amé a Jacob,

y a Esaú aborrecí, y convertí sus montes en desolación, y abandoné su heredad para los chacales del desierto.

Cuando Edom dijere: Nos hemos empobrecido, pero volveremos a edificar lo arruinado; así ha dicho Jehová de los ejércitos: Ellos edificarán, y yo destruiré; y les llamarán territorio de impiedad, y pueblo contra el cual Jehová está indignado para siempre.

Y vuestros ojos lo verán, y diréis: Sea Jehová engrandecido más allá de los límites de Israel.

Jehová reprende a los sacerdotes

El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?

En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis: ¿En qué te hemos deshonrado? En que pensáis que la mesa de Jehová es despreciable.

Y cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto? dice Jehová de los ejércitos.

Ahora, pues, orad por el favor de Dios, para que tenga piedad de nosotros. Pero ¿cómo podéis agradarle, si hacéis estas cosas? dice Jehová de los ejércitos.

10 ¿Quién también hay de vosotros que cierre las puertas o alumbre mi altar de balde? Yo no tengo complacencia en vosotros, dice Jehová de los ejércitos, ni de vuestra mano aceptaré ofrenda.

11 Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia, porque grande es mi nombre entre las naciones, dice Jehová de los ejércitos.

12 Y vosotros lo habéis profanado cuando decís: Inmunda es la mesa de Jehová, y cuando decís que su alimento es despreciable.

13 Habéis además dicho: !!Oh, qué fastidio es esto! y me despreciáis, dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, o cojo, o enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Aceptaré yo eso de vuestra mano? dice Jehová.

14 Maldito el que engaña, el que teniendo machos en su rebaño, promete, y sacrifica a Jehová lo dañado. Porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y mi nombre es temible entre las naciones.

Malaquías 2
Reprensión de la infidelidad de Israel

 Ahora, pues, oh sacerdotes, para vosotros es este mandamiento.

Si no oyereis, y si no decidís de corazón dar gloria a mi nombre, ha dicho Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros, y maldeciré vuestras bendiciones; y aun las he maldecido, porque no os habéis decidido de corazón.

He aquí, yo os dañaré la sementera, y os echaré al rostro el estiércol, el estiércol de vuestros animales sacrificados, y seréis arrojados juntamente con él.

Y sabréis que yo os envié este mandamiento, para que fuese mi pacto con Leví, ha dicho Jehová de los ejércitos.

Mi pacto con él fue de vida y de paz, las cuales cosas yo le di para que me temiera; y tuvo temor de mí, y delante de mi nombre estuvo humillado.

La ley de verdad estuvo en su boca, e iniquidad no fue hallada en sus labios; en paz y en justicia anduvo conmigo, y a muchos hizo apartar de la iniquidad.

Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley; porque mensajero es de Jehová de los ejércitos.

Mas vosotros os habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el pacto de Leví, dice Jehová de los ejércitos.

Por tanto, yo también os he hecho viles y bajos ante todo el pueblo, así como vosotros no habéis guardado mis caminos, y en la ley hacéis acepción de personas.

10 ¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? ¿Por qué, pues, nos portamos deslealmente el uno contra el otro, profanando el pacto de nuestros padres?

11 Prevaricó Judá, y en Israel y en Jerusalén se ha cometido abominación; porque Judá ha profanado el santuario de Jehová que él amó, y se casó con hija de dios extraño.

12 Jehová cortará de las tiendas de Jacob al hombre que hiciere esto, al que vela y al que responde, y al que ofrece ofrenda a Jehová de los ejércitos.

13 Y esta otra vez haréis cubrir el altar de Jehová de lágrimas, de llanto, y de clamor; así que no miraré más a la ofrenda, para aceptarla con gusto de vuestra mano.

14 Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto.

15 ¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud.

16 Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, y al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales.

El día del juicio se acerca

17 Habéis hecho cansar a Jehová con vuestras palabras. Y decís: ¿En qué le hemos cansado? En que decís: Cualquiera que hace mal agrada a Jehová, y en los tales se complace; o si no, ¿dónde está el Dios de justicia?

Malaquías 3

 He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.

¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores.

Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia.

Y será grata a Jehová la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, y como en los años antiguos.

Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.

El pago de los diezmos

Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.

Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos?

¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.

Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.

10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.

11 Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos.

12 Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.

Diferencia entre el justo y el malo

13 Vuestras palabras contra mí han sido violentas, dice Jehová. Y dijisteis: ¿Qué hemos hablado contra ti?

14 Habéis dicho: Por demás es servir a Dios. ¿Qué aprovecha que guardemos su ley, y que andemos afligidos en presencia de Jehová de los ejércitos?

15 Decimos, pues, ahora: Bienaventurados son los soberbios, y los que hacen impiedad no sólo son prosperados, sino que tentaron a Dios y escaparon.

16 Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre.

17 Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve.

18 Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.

Malaquías 4
El advenimiento del día de Jehová

 Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.

Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.

Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho Jehová de los ejércitos.

Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel.

He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible.

El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.

Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

EL DÍA DEL JUICIO

ORA – Dios mío, quiero conocerte mucho más, meditar en Tu Palabra y acercarme más a ti cada día.

PARA REFLEXIONAR – Algunas personas piensan que la noción del “Día del Juicio” está pasada de moda. ¿Qué piensa usted? ¿Qué lugar tiene el juicio en las Buenas Nuevas?

APLICACIÓN DIARIA – Hágase esta pregunta: “Si me enfrentara al día del juicio hoy, ¿qué me pasaría?” Luego, hable con Dios, basándose en su respuesta a esa importante pregunta.

ORE – Pídale a Dios que le dé la confianza y seguridad que necesita para cuando llegue el día del juicio. Pídale que calme cualquier duda o preocupación que pueda tener.

Devocionales Diarios: Febrero 27

Jonás 1,2,3,4
Jonás 1
Jonás huye de Jehová

 Vino palabra de Jehová a Jonás hijo de Amitai, diciendo:

Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí.

Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová.

Pero Jehová hizo levantar un gran viento en el mar, y hubo en el mar una tempestad tan grande que se pensó que se partiría la nave.

Y los marineros tuvieron miedo, y cada uno clamaba a su dios; y echaron al mar los enseres que había en la nave, para descargarla de ellos. Pero Jonás había bajado al interior de la nave, y se había echado a dormir.

Y el patrón de la nave se le acercó y le dijo: ¿Qué tienes, dormilón? Levántate, y clama a tu Dios; quizá él tendrá compasión de nosotros, y no pereceremos.

Y dijeron cada uno a su compañero: Venid y echemos suertes, para que sepamos por causa de quién nos ha venido este mal. Y echaron suertes, y la suerte cayó sobre Jonás.

Entonces le dijeron ellos: Decláranos ahora por qué nos ha venido este mal. ¿Qué oficio tienes, y de dónde vienes? ¿Cuál es tu tierra, y de qué pueblo eres?

Y él les respondió: Soy hebreo, y temo a Jehová, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra.

10 Y aquellos hombres temieron sobremanera, y le dijeron: ¿Por qué has hecho esto? Porque ellos sabían que huía de la presencia de Jehová, pues él se lo había declarado.

11 Y le dijeron: ¿Qué haremos contigo para que el mar se nos aquiete? Porque el mar se iba embraveciendo más y más.

12 El les respondió: Tomadme y echadme al mar, y el mar se os aquietará; porque yo sé que por mi causa ha venido esta gran tempestad sobre vosotros.

13 Y aquellos hombres trabajaron para hacer volver la nave a tierra; mas no pudieron, porque el mar se iba embraveciendo más y más contra ellos.

14 Entonces clamaron a Jehová y dijeron: Te rogamos ahora, Jehová, que no perezcamos nosotros por la vida de este hombre, ni pongas sobre nosotros la sangre inocente; porque tú, Jehová, has hecho como has querido.

15 Y tomaron a Jonás, y lo echaron al mar; y el mar se aquietó de su furor.

16 Y temieron aquellos hombres a Jehová con gran temor, y ofrecieron sacrificio a Jehová, e hicieron votos.

17 Pero Jehová tenía preparado un gran pez que tragase a Jonás; y estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches.

Jonás 2
Oración de Jonás

 Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez,

y dijo:
    Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó;
    Desde el seno del Seol clamé,
    Y mi voz oíste.

Me echaste a lo profundo, en medio de los mares,
Y me rodeó la corriente;
Todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí.

Entonces dije: Desechado soy de delante de tus ojos;
Mas aún veré tu santo templo.

Las aguas me rodearon hasta el alma,
Rodeóme el abismo;
El alga se enredó a mi cabeza.

Descendí a los cimientos de los montes;
La tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre;
Mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío.

Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová,
Y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo.

Los que siguen vanidades ilusorias,
Su misericordia abandonan.

Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios;
Pagaré lo que prometí.
La salvación es de Jehová. m

10 Y mandó Jehová al pez, y vomitó a Jonás en tierra.

Jonás 3
Nínive se arrepiente

 Vino palabra de Jehová por segunda vez a Jonás, diciendo:

Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y proclama en ella el mensaje que yo te diré.

Y se levantó Jonás, y fue a Nínive conforme a la palabra de Jehová. Y era Nínive ciudad grande en extremo, de tres días de camino.

Y comenzó Jonás a entrar por la ciudad, camino de un día, y predicaba diciendo: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida.

Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos.

Y llegó la noticia hasta el rey de Nínive, y se levantó de su silla, se despojó de su vestido, y se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza.

E hizo proclamar y anunciar en Nínive, por mandato del rey y de sus grandes, diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les dé alimento, ni beban agua;

sino cúbranse de cilicio hombres y animales, y clamen a Dios fuertemente; y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que hay en sus manos.

¿Quién sabe si se volverá y se arrepentirá Dios, y se apartará del ardor de su ira, y no pereceremos?

10 Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo.

Jonás 4
El enojo de Jonás

 Pero Jonás se apesadumbró en extremo, y se enojó.

Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal.

Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida.

Y Jehová le dijo: ¿Haces tú bien en enojarte tanto?

Y salió Jonás de la ciudad, y acampó hacia el oriente de la ciudad, y se hizo allí una enramada, y se sentó debajo de ella a la sombra, hasta ver qué acontecería en la ciudad.

Y preparó Jehová Dios una calabacera, la cual creció sobre Jonás para que hiciese sombra sobre su cabeza, y le librase de su malestar; y Jonás se alegró grandemente por la calabacera.

Pero al venir el alba del día siguiente, Dios preparó un gusano, el cual hirió la calabacera, y se secó.

Y aconteció que al salir el sol, preparó Dios un recio viento solano, y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y se desmayaba, y deseaba la muerte, diciendo: Mejor sería para mí la muerte que la vida.

Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera? Y él respondió: Mucho me enojo, hasta la muerte.

10 Y dijo Jehová: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció.

11 ¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?

Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

LA HISTORIA DE JONAS

ORA – Señor, quiero con todo mi corazón tener ese mismo deseo tuyo de que un día todas las personas del mundo lleguen a conocerte.

PARA REFLEXIONAR – ¿Alguna vez ha querido huir de Dios? ¿Qué terminó haciendo y por qué? ¿Qué lección aprendió? ¿Cómo aconsejaría a alguien que se sienta así?

APLICACIÓN DIARIA – Hay muchas personas y grupos, algunos cerca de usted, que aún no han aceptado y confesado a Jesús como su personal salvador. Escoja una o dos de esas persona y empiece a orar diariamente por ellos a partir de hoy.

ORA – Señor, si hay personas a mi alrededor que necesitan saber acerca de Tu amor por ellos, muéstrame cómo puedo ayudar.

Devocionales Diarios: Febrero 26

Daniel 6:1-28
Daniel en el foso de los leones

 Pareció bien a Darío constituir sobre el reino ciento veinte sátrapas, que gobernasen en todo el reino.

Y sobre ellos tres gobernadores, de los cuales Daniel era uno, a quienes estos sátrapas diesen cuenta, para que el rey no fuese perjudicado.

Pero Daniel mismo era superior a estos sátrapas y gobernadores, porque había en él un espíritu superior; y el rey pensó en ponerlo sobre todo el reino.

Entonces los gobernadores y sátrapas buscaban ocasión para acusar a Daniel en lo relacionado al reino; mas no podían hallar ocasión alguna o falta, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fue hallado en él.

Entonces dijeron aquellos hombres: No hallaremos contra este Daniel ocasión alguna para acusarle, si no la hallamos contra él en relación con la ley de su Dios.

Entonces estos gobernadores y sátrapas se juntaron delante del rey, y le dijeron así: !!Rey Darío, para siempre vive!

Todos los gobernadores del reino, magistrados, sátrapas, príncipes y capitanes han acordado por consejo que promulgues un edicto real y lo confirmes, que cualquiera que en el espacio de treinta días demande petición de cualquier dios u hombre fuera de ti, oh rey, sea echado en el foso de los leones.

Ahora, oh rey, confirma el edicto y fírmalo, para que no pueda ser revocado, conforme a la ley de Media y de Persia, la cual no puede ser abrogada.

Firmó, pues, el rey Darío el edicto y la prohibición.

10 Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes.

11 Entonces se juntaron aquellos hombres, y hallaron a Daniel orando y rogando en presencia de su Dios.

12 Fueron luego ante el rey y le hablaron del edicto real: ¿No has confirmado edicto que cualquiera que en el espacio de treinta días pida a cualquier dios u hombre fuera de ti, oh rey, sea echado en el foso de los leones? Respondió el rey diciendo: Verdad es, conforme a la ley de Media y de Persia, la cual no puede ser abrogada.

13 Entonces respondieron y dijeron delante del rey: Daniel, que es de los hijos de los cautivos de Judá, no te respeta a ti, oh rey, ni acata el edicto que confirmaste, sino que tres veces al día hace su petición.

14 Cuando el rey oyó el asunto, le pesó en gran manera, y resolvió librar a Daniel; y hasta la puesta del sol trabajó para librarle.

15 Pero aquellos hombres rodearon al rey y le dijeron: Sepas, oh rey, que es ley de Media y de Persia que ningún edicto u ordenanza que el rey confirme puede ser abrogado.

16 Entonces el rey mandó, y trajeron a Daniel, y le echaron en el foso de los leones. Y el rey dijo a Daniel: El Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, él te libre.

17 Y fue traída una piedra y puesta sobre la puerta del foso, la cual selló el rey con su anillo y con el anillo de sus príncipes, para que el acuerdo acerca de Daniel no se alterase.

18 Luego el rey se fue a su palacio, y se acostó ayuno; ni instrumentos de música fueron traídos delante de él, y se le fue el sueño.

19 El rey, pues, se levantó muy de mañana, y fue apresuradamente al foso de los leones.

20 Y acercándose al foso llamó a voces a Daniel con voz triste, y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los leones?

21 Entonces Daniel respondió al rey: Oh rey, vive para siempre.

22 Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo.

23 Entonces se alegró el rey en gran manera a causa de él, y mandó sacar a Daniel del foso; y fue Daniel sacado del foso, y ninguna lesión se halló en él, porque había confiado en su Dios.

24 Y dio orden el rey, y fueron traídos aquellos hombres que habían acusado a Daniel, y fueron echados en el foso de los leones ellos, sus hijos y sus mujeres; y aún no habían llegado al fondo del foso, cuando los leones se apoderaron de ellos y quebraron todos sus huesos.

25 Entonces el rey Darío escribió a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitan en toda la tierra: Paz os sea multiplicada.

26 De parte mía es puesta esta ordenanza: Que en todo el dominio de mi reino todos teman y tiemblen ante la presencia del Dios de Daniel; porque él es el Dios viviente y permanece por todos los siglos, y su reino no será jamás destruido, y su dominio perdurará hasta el fin.

27 El salva y libra, y hace señales y maravillas en el cielo y en la tierra; él ha librado a Daniel del poder de los leones.

28 Y este Daniel prosperó durante el reinado de Darío y durante el reinado de Ciro el persa.

Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

DANIEL EN EL FOSO DE LOS LEONES

ORE – Señor, sabes que no es fácil hacer lo correcto todo el tiempo, pero realmente quiero hacerlo.

PARA REFLEXIONAR – Es posible que Daniel se haya sentido tentado de aceptar el decreto del Rey. ¿Qué situaciones está enfrentando donde se sienta tentado(a) a no presentar o defender su fe para no generar oposición? ¿Cómo puede evitarlas?

APLICACIÓN DIARIA – Busque hoy una manera de defender su fe en público, ya sea dando gracias en silencio antes de una comida, orando por alguien más o de alguna otra manera apropiada.

ORE – Pídale a Dios que le muestre cómo defender públicamente su fe y le dé el valor necesario para hacerlo.

Devocionales Diarios: Febrero 25

Jeremías 1, 2, 3:1-5
Jeremías 1
Llamamiento y misión de Jeremías

 Las palabras de Jeremías hijo de Hilcías, de los sacerdotes que estuvieron en Anatot, en tierra de Benjamín.

Palabra de Jehová que le vino en los días de Josías hijo de Amón, rey de Judá, en el año decimotercero de su reinado.

Le vino también en días de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, hasta el fin del año undécimo de Sedequías hijo de Josías, rey de Judá, hasta la cautividad de Jerusalén en el mes quinto.

Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo:

Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.

Y yo dije: !!Ah! !!ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño.

Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.

No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová.

Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca.

10 Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar.

11 La palabra de Jehová vino a mí, diciendo: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y dije: Veo una vara de almendro.[a]

12 Y me dijo Jehová: Bien has visto; porque yo apresuro[b] mi palabra para ponerla por obra.

13 Vino a mí la palabra de Jehová por segunda vez, diciendo: ¿Qué ves tú? Y dije: Veo una olla que hierve; y su faz está hacia el norte.

14 Me dijo Jehová: Del norte se soltará el mal sobre todos los moradores de esta tierra.

15 Porque he aquí que yo convoco a todas las familias de los reinos del norte, dice Jehová; y vendrán, y pondrá cada uno su campamento a la entrada de las puertas de Jerusalén, y junto a todos sus muros en derredor, y contra todas las ciudades de Judá.

16 Y a causa de toda su maldad, proferiré mis juicios contra los que me dejaron, e incensaron a dioses extraños, y la obra de sus manos adoraron.

17 Tú, pues, ciñe tus lomos, levántate, y háblales todo cuanto te mande; no temas delante de ellos, para que no te haga yo quebrantar delante de ellos.

18 Porque he aquí que yo te he puesto en este día como ciudad fortificada, como columna de hierro, y como muro de bronce contra toda esta tierra, contra los reyes de Judá, sus príncipes, sus sacerdotes, y el pueblo de la tierra.

19 Y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo, dice Jehová, para librarte.

Jeremías 2
Jehová y la apostasía de Israel

 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

Anda y clama a los oídos de Jerusalén, diciendo: Así dice Jehová: Me he acordado de ti, de la fidelidad de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada.

Santo era Israel a Jehová, primicias de sus nuevos frutos. Todos los que le devoraban eran culpables; mal venía sobre ellos, dice Jehová.

Oíd la palabra de Jehová, casa de Jacob, y todas las familias de la casa de Israel.

Así dijo Jehová: ¿Qué maldad hallaron en mí vuestros padres, que se alejaron de mí, y se fueron tras la vanidad y se hicieron vanos?

Y no dijeron: ¿Dónde está Jehová, que nos hizo subir de la tierra de Egipto, que nos condujo por el desierto, por una tierra desierta y despoblada, por tierra seca y de sombra de muerte, por una tierra por la cual no pasó varón, ni allí habitó hombre?

Y os introduje en tierra de abundancia, para que comieseis su fruto y su bien; pero entrasteis y contaminasteis mi tierra, e hicisteis abominable mi heredad.

Los sacerdotes no dijeron: ¿Dónde está Jehová? y los que tenían la ley no me conocieron; y los pastores se rebelaron contra mí, y los profetas profetizaron en nombre de Baal, y anduvieron tras lo que no aprovecha.

Por tanto, contenderé aún con vosotros, dijo Jehová, y con los hijos de vuestros hijos pleitearé.

10 Porque pasad a las costas de Quitim y mirad; y enviad a Cedar, y considerad cuidadosamente, y ved si se ha hecho cosa semejante a esta.

11 ¿Acaso alguna nación ha cambiado sus dioses, aunque ellos no son dioses? Sin embargo, mi pueblo ha trocado su gloria por lo que no aprovecha.

12 Espantaos, cielos, sobre esto, y horrorizaos; desolaos en gran manera, dijo Jehová.

13 Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.

14 ¿Es Israel siervo? ¿es esclavo? ¿Por qué ha venido a ser presa?

15 Los cachorros del león rugieron contra él, alzaron su voz, y asolaron su tierra; quemadas están sus ciudades, sin morador.

16 Aun los hijos de Menfis y de Tafnes te quebrantaron la coronilla.

17 ¿No te acarreó esto el haber dejado a Jehová tu Dios, cuando te conducía por el camino?

18 Ahora, pues, ¿qué tienes tú en el camino de Egipto, para que bebas agua del Nilo? ¿Y qué tienes tú en el camino de Asiria, para que bebas agua del Eufrates?

19 Tu maldad te castigará, y tus rebeldías te condenarán; sabe, pues, y ve cuán malo y amargo es el haber dejado tú a Jehová tu Dios, y faltar mi temor en ti, dice el Señor, Jehová de los ejércitos.

20 Porque desde muy atrás rompiste tu yugo y tus ataduras, y dijiste: No serviré. Con todo eso, sobre todo collado alto y debajo de todo árbol frondoso te echabas como ramera.

21 Te planté de vid escogida, simiente verdadera toda ella; ¿cómo, pues, te me has vuelto sarmiento de vid extraña?

22 Aunque te laves con lejía, y amontones jabón sobre ti, la mancha de tu pecado permanecerá aún delante de mí, dijo Jehová el Señor.

23 ¿Cómo puedes decir: No soy inmunda, nunca anduve tras los baales? Mira tu proceder en el valle, conoce lo que has hecho, dromedaria ligera que tuerce su camino,

24 asna montés acostumbrada al desierto, que en su ardor olfatea el viento. De su lujuria, ¿quién la detendrá? Todos los que la buscaren no se fatigarán, porque en el tiempo de su celo la hallarán.

25 Guarda tus pies de andar descalzos, y tu garganta de la sed. Mas dijiste: No hay remedio en ninguna manera, porque a extraños he amado, y tras ellos he de ir.

26 Como se avergüenza el ladrón cuando es descubierto, así se avergonzará la casa de Israel, ellos, sus reyes, sus príncipes, sus sacerdotes y sus profetas,

27 que dicen a un leño: Mi padre eres tú; y a una piedra: Tú me has engendrado. Porque me volvieron la cerviz, y no el rostro; y en el tiempo de su calamidad dicen: Levántate, y líbranos.

28 ¿Y dónde están tus dioses que hiciste para ti? Levántense ellos, a ver si te podrán librar en el tiempo de tu aflicción; porque según el número de tus ciudades, oh Judá, fueron tus dioses.

29 ¿Por qué porfías conmigo? Todos vosotros prevaricasteis contra mí, dice Jehová.

30 En vano he azotado a vuestros hijos; no han recibido corrección. Vuestra espada devoró a vuestros profetas como león destrozador.

31 !!Oh generación! atended vosotros a la palabra de Jehová. ¿He sido yo un desierto para Israel, o tierra de tinieblas? ¿Por qué ha dicho mi pueblo: Somos libres; nunca más vendremos a ti?

32 ¿Se olvida la virgen de su atavío, o la desposada de sus galas? Pero mi pueblo se ha olvidado de mí por innumerables días.

33 ¿Por qué adornas tu camino para hallar amor? Aun a las malvadas enseñaste tus caminos.

34 Aun en tus faldas se halló la sangre de los pobres, de los inocentes. No los hallaste en ningún delito; sin embargo, en todas estas cosas dices:

35 Soy inocente, de cierto su ira se apartó de mí. He aquí yo entraré en juicio contigo, porque dijiste: No he pecado.

36 ¿Para qué discurres tanto, cambiando tus caminos? También serás avergonzada de Egipto, como fuiste avergonzada de Asiria.

37 También de allí saldrás con tus manos sobre tu cabeza, porque Jehová desechó a aquellos en quienes tú confiabas, y no prosperarás por ellos.

Jeremías 3

 Dicen: Si alguno dejare a su mujer, y yéndose ésta de él se juntare a otro hombre, ¿volverá a ella más? ¿No será tal tierra del todo amancillada? Tú, pues, has fornicado con muchos amigos; mas !!vuélvete a mí! dice Jehová.

Alza tus ojos a las alturas, y ve en qué lugar no te hayas prostituido. Junto a los caminos te sentabas para ellos como árabe en el desierto, y con tus fornicaciones y con tu maldad has contaminado la tierra.

Por esta causa las aguas han sido detenidas, y faltó la lluvia tardía; y has tenido frente de ramera, y no quisiste tener vergüenza.

A lo menos desde ahora, ¿no me llamarás a mí, Padre mío, guiador de mi juventud?

¿Guardará su enojo para siempre? ¿Eternamente lo guardará? He aquí que has hablado y hecho cuantas maldades pudiste.

Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

LLAMADO Y MENSAJE DE JEREMÍAS

ORA – Señor, dame oídos y un corazón para dispuesto para escuchar y obedecer cada vez que me llames.

PARA REFLEXIONAR – ¿Alguna vez ha sentido que Dios lo llamó a dar un mensaje difícil a sus amigos, su iglesia o comunidad? Si así es, ¿Qué hizo? ¿Cómo se sintió?

APLICACIÓN DIARIA – ¿Dios le está llamando a dar un mensaje desafiante a alguien? Si es así, escriba lo que dirá. Asegúrese de consultar con un amigo o pastor de confianza antes de compartir ese mensaje.

ORA – Señor, guarda mi boca para que solo diga las cosas que Tú quieres que diga.

Devocionales Diarios: Febrero 24

Isaías 51, 52, 53:1-12
Isaías 51
Palabras de consuelo para Sion

51  Oídme, los que seguís la justicia, los que buscáis a Jehová. Mirad a la piedra de donde fuisteis cortados, y al hueco de la cantera de donde fuisteis arrancados.

Mirad a Abraham vuestro padre, y a Sara que os dio a luz; porque cuando no era más que uno solo lo llamé, y lo bendije y lo multipliqué.

Ciertamente consolará Jehová a Sion; consolará todas sus soledades, y cambiará su desierto en paraíso, y su soledad en huerto de Jehová; se hallará en ella alegría y gozo, alabanza y voces de canto.

Estad atentos a mí, pueblo mío, y oídme, nación mía; porque de mí saldrá la ley, y mi justicia para luz de los pueblos.

Cercana está mi justicia, ha salido mi salvación, y mis brazos juzgarán a los pueblos; a mí me esperan los de la costa, y en mi brazo ponen su esperanza.

Alzad a los cielos vuestros ojos, y mirad abajo a la tierra; porque los cielos serán deshechos como humo, y la tierra se envejecerá como ropa de vestir, y de la misma manera perecerán sus moradores; pero mi salvación será para siempre, mi justicia no perecerá.

Oídme, los que conocéis justicia, pueblo en cuyo corazón está mi ley. No temáis afrenta de hombre, ni desmayéis por sus ultrajes.

Porque como a vestidura los comerá polilla, como a lana los comerá gusano; pero mi justicia permanecerá perpetuamente, y mi salvación por siglos de siglos.

Despiértate, despiértate, vístete de poder, oh brazo de Jehová; despiértate como en el tiempo antiguo, en los siglos pasados. ¿No eres tú el que cortó a Rahab, y el que hirió al dragón?

10 ¿No eres tú el que secó el mar, las aguas del gran abismo; el que transformó en camino las profundidades del mar para que pasaran los redimidos?

11 Ciertamente volverán los redimidos de Jehová; volverán a Sion cantando, y gozo perpetuo habrá sobre sus cabezas; tendrán gozo y alegría, y el dolor y el gemido huirán.

12 Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, y del hijo de hombre, que es como heno?

13 Y ya te has olvidado de Jehová tu Hacedor, que extendió los cielos y fundó la tierra; y todo el día temiste continuamente del furor del que aflige, cuando se disponía para destruir. ¿Pero en dónde está el furor del que aflige?

14 El preso agobiado será libertado pronto; no morirá en la mazmorra, ni le faltará su pan.

15 Porque yo Jehová, que agito el mar y hago rugir sus ondas, soy tu Dios, cuyo nombre es Jehová de los ejércitos.

16 Y en tu boca he puesto mis palabras, y con la sombra de mi mano te cubrí, extendiendo los cielos y echando los cimientos de la tierra, y diciendo a Sion: Pueblo mío eres tú.

17 Despierta, despierta, levántate, oh Jerusalén, que bebiste de la mano de Jehová el cáliz de su ira; porque el cáliz de aturdimiento bebiste hasta los sedimentos.

18 De todos los hijos que dio a luz, no hay quien la guíe; ni quien la tome de la mano, de todos los hijos que crió.

19 Estas dos cosas te han acontecido: asolamiento y quebrantamiento, hambre y espada. ¿Quién se dolerá de ti? ¿Quién te consolará?

20 Tus hijos desmayaron, estuvieron tendidos en las encrucijadas de todos los caminos, como antílope en la red, llenos de la indignación de Jehová, de la ira del Dios tuyo.

21 Oye, pues, ahora esto, afligida, ebria, y no de vino:

22 Así dijo Jehová tu Señor, y tu Dios, el cual aboga por su pueblo: He aquí he quitado de tu mano el cáliz de aturdimiento, los sedimentos del cáliz de mi ira; nunca más lo beberás.

23 Y lo pondré en mano de tus angustiadores, que dijeron a tu alma: Inclínate, y pasaremos por encima de ti. Y tú pusiste tu cuerpo como tierra, y como camino, para que pasaran.

Isaías 52
Dios librará del cautiverio a Sion

52  Despierta, despierta, vístete de poder, oh Sion; vístete tu ropa hermosa, oh Jerusalén, ciudad santa; porque nunca más vendrá a ti incircunciso ni inmundo.

Sacúdete del polvo; levántate y siéntate, Jerusalén; suelta las ataduras de tu cuello, cautiva hija de Sion.

Porque así dice Jehová: De balde fuisteis vendidos; por tanto, sin dinero seréis rescatados.

Porque así dijo Jehová el Señor: Mi pueblo descendió a Egipto en tiempo pasado, para morar allá, y el asirio lo cautivó sin razón.

Y ahora ¿qué hago aquí, dice Jehová, ya que mi pueblo es llevado injustamente? Y los que en él se enseñorean, lo hacen aullar, dice Jehová, y continuamente es blasfemado mi nombre todo el día.

Por tanto, mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel día; porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente.

!!Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: !!Tu Dios reina!

!!Voz de tus atalayas! Alzarán la voz, juntamente darán voces de júbilo; porque ojo a ojo verán que Jehová vuelve a traer a Sion.

Cantad alabanzas, alegraos juntamente, soledades de Jerusalén; porque Jehová ha consolado a su pueblo, a Jerusalén ha redimido.

10 Jehová desnudó su santo brazo ante los ojos de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación del Dios nuestro.

11 Apartaos, apartaos, salid de ahí, no toquéis cosa inmunda; salid de en medio de ella; purificaos los que lleváis los utensilios de Jehová.

12 Porque no saldréis apresurados, ni iréis huyendo; porque Jehová irá delante de vosotros, y os congregará el Dios de Israel.

Sufrimientos del Siervo de Jehová

13 He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto.

14 Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres,

15 así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído.

Isaías 53

53  ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?

Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.

Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.

Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.

Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.

Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.

Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido.

Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.

10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.

11 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.

12 Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.

Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

EL SUFRIMIENTO DEL SIERVO

ORA – Señor, me maravillo al leer tu asombrosa historia. Gracias por Tu Palabra, porque a través de ella puedo conocer más acerca de tu poderosa obra en el mundo.

PARA REFLEXIONAR – En este pasaje hay tanto “malas” como “buenas” noticias. ¿Cuáles son las malas noticias y el motivo? ¿Qué presagio de “buenas noticias” ve?

APLICACIÓN DIARIA – Compara estos versículos con lo que sabes sobre cómo sufrió Jesús. Tenga en cuenta las sorprendentes similitudes. Gracias a Dios por las buenas nuevas que resultaron de ese sufrimiento.

ORA – Buen Dios, gracias porque Jesús sufrió por mis pecados para que yo pudiera ser libre del castigo.

Devocionales Diarios: Febrero 23

Proverbios 16, 17, 18
Proverbios 16
Proverbios sobre la vida y la conducta

16 Del hombre son las disposiciones del corazón;
    Mas de Jehová es la respuesta de la lengua.

Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión;
Pero Jehová pesa los espíritus.

Encomienda a Jehová tus obras,
Y tus pensamientos serán afirmados.

Todas las cosas ha hecho Jehová para sí mismo,
Y aun al impío para el día malo.

Abominación es a Jehová todo altivo de corazón;
Ciertamente no quedará impune.

Con misericordia y verdad se corrige el pecado,
Y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal.

Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová,
Aun a sus enemigos hace estar en paz con él.

Mejor es lo poco con justicia
Que la muchedumbre de frutos sin derecho.

El corazón del hombre piensa su camino;
Mas Jehová endereza sus pasos.

10 Oráculo hay en los labios del rey;
En juicio no prevaricará su boca.

11 Peso y balanzas justas son de Jehová;
Obra suya son todas las pesas de la bolsa.

12 Abominación es a los reyes hacer impiedad,
Porque con justicia será afirmado el trono.

13 Los labios justos son el contentamiento de los reyes,
Y éstos aman al que habla lo recto.

14 La ira del rey es mensajero de muerte;
Mas el hombre sabio la evitará.

15 En la alegría del rostro del rey está la vida,
Y su benevolencia es como nube de lluvia tardía.

16 Mejor es adquirir sabiduría que oro preciado;
Y adquirir inteligencia vale más que la plata.

17 El camino de los rectos se aparta del mal;
Su vida guarda el que guarda su camino.

18 Antes del quebrantamiento es la soberbia,
Y antes de la caída la altivez de espíritu.

19 Mejor es humillar el espíritu con los humildes
Que repartir despojos con los soberbios.

20 El entendido en la palabra hallará el bien,
Y el que confía en Jehová es bienaventurado.

21 El sabio de corazón es llamado prudente,
Y la dulzura de labios aumenta el saber.

22 Manantial de vida es el entendimiento al que lo posee;
Mas la erudición de los necios es necedad.

23 El corazón del sabio hace prudente su boca,
Y añade gracia a sus labios.

24 Panal de miel son los dichos suaves;
Suavidad al alma y medicina para los huesos.

25 Hay camino que parece derecho al hombre,
Pero su fin es camino de muerte.

26 El alma del que trabaja, trabaja para sí,
Porque su boca le estimula.

27 El hombre perverso cava en busca del mal,
Y en sus labios hay como llama de fuego.

28 El hombre perverso levanta contienda,
Y el chismoso aparta a los mejores amigos.

29 El hombre malo lisonjea a su prójimo,
Y le hace andar por camino no bueno.

30 Cierra sus ojos para pensar perversidades;
Mueve sus labios, efectúa el mal.

31 Corona de honra es la vejez
Que se halla en el camino de justicia.

32 Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte;
Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.

33 La suerte se echa en el regazo;
Mas de Jehová es la decisión de ella.

Proverbios 17

17 Mejor es un bocado seco, y en paz,
Que casa de contiendas llena de provisiones.

El siervo prudente se enseñoreará del hijo que deshonra,
Y con los hermanos compartirá la herencia.

El crisol para la plata, y la hornaza para el oro;
Pero Jehová prueba los corazones.

El malo está atento al labio inicuo;
Y el mentiroso escucha la lengua detractora.

El que escarnece al pobre afrenta a su Hacedor;
Y el que se alegra de la calamidad no quedará sin castigo.

Corona de los viejos son los nietos,
Y la honra de los hijos, sus padres.

No conviene al necio la altilocuencia;
!!Cuánto menos al príncipe el labio mentiroso!

Piedra preciosa es el soborno para el que lo practica;
Adondequiera que se vuelve, halla prosperidad.

El que cubre la falta busca amistad;
Mas el que la divulga, aparta al amigo.

10 La reprensión aprovecha al entendido,
Más que cien azotes al necio.

11 El rebelde no busca sino el mal,
Y mensajero cruel será enviado contra él.

12 Mejor es encontrarse con una osa a la cual han robado sus cachorros,
Que con un fatuo en su necedad.

13 El que da mal por bien,
No se apartará el mal de su casa.

14 El que comienza la discordia es como quien suelta las aguas;
Deja, pues, la contienda, antes que se enrede.

15 El que justifica al impío, y el que condena al justo,
Ambos son igualmente abominación a Jehová.

16 ¿De qué sirve el precio en la mano del necio para comprar sabiduría,
No teniendo entendimiento?

17 En todo tiempo ama el amigo,
Y es como un hermano en tiempo de angustia.

18 El hombre falto de entendimiento presta fianzas,
Y sale por fiador en presencia de su amigo.

19 El que ama la disputa, ama la transgresión;
Y el que abre demasiado la puerta busca su ruina.

20 El perverso de corazón nunca hallará el bien,
Y el que revuelve con su lengua caerá en el mal.

21 El que engendra al insensato, para su tristeza lo engendra;
Y el padre del necio no se alegrará.

22 El corazón alegre constituye buen remedio;
Mas el espíritu triste seca los huesos.

23 El impío toma soborno del seno
Para pervertir las sendas de la justicia.

24 En el rostro del entendido aparece la sabiduría;
Mas los ojos del necio vagan hasta el extremo de la tierra.

25 El hijo necio es pesadumbre de su padre,
Y amargura a la que lo dio a luz.

26 Ciertamente no es bueno condenar al justo,
Ni herir a los nobles que hacen lo recto.

27 El que ahorra sus palabras tiene sabiduría;
De espíritu prudente es el hombre entendido.

28 Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio;
El que cierra sus labios es entendido.

Proverbios 18

18 Su deseo busca el que se desvía,
Y se entremete en todo negocio.

No toma placer el necio en la inteligencia,
Sino en que su corazón se descubra.

Cuando viene el impío, viene también el menosprecio,
Y con el deshonrador la afrenta.

Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre;
Y arroyo que rebosa, la fuente de la sabiduría.

Tener respeto a la persona del impío,
Para pervertir el derecho del justo, no es bueno.

Los labios del necio traen contienda;
Y su boca los azotes llama.

La boca del necio es quebrantamiento para sí,
Y sus labios son lazos para su alma.

Las palabras del chismoso son como bocados suaves,
Y penetran hasta las entrañas.

También el que es negligente en su trabajo
Es hermano del hombre disipador.

10 Torre fuerte es el nombre de Jehová;
A él correrá el justo, y será levantado.

11 Las riquezas del rico son su ciudad fortificada,
Y como un muro alto en su imaginación.

12 Antes del quebrantamiento se eleva el corazón del hombre,
Y antes de la honra es el abatimiento.

13 Al que responde palabra antes de oír,
Le es fatuidad y oprobio.

14 El ánimo del hombre soportará su enfermedad;
Mas ¿quién soportará al ánimo angustiado?

15 El corazón del entendido adquiere sabiduría;
Y el oído de los sabios busca la ciencia.

16 La dádiva del hombre le ensancha el camino
Y le lleva delante de los grandes.

17 Justo parece el primero que aboga por su causa;
Pero viene su adversario, y le descubre.

18 La suerte pone fin a los pleitos,
Y decide entre los poderosos.

19 El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte,
Y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar.

20 Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre;
Se saciará del producto de sus labios.

21 La muerte y la vida están en poder de la lengua,
Y el que la ama comerá de sus frutos.

22 El que halla esposa halla el bien,
Y alcanza la benevolencia de Jehová.

23 El pobre habla con ruegos,
Mas el rico responde durezas.

24 El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo;
Y amigo hay más unido que un hermano.

Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

PROVERBIOS DE SALOMÓN

ORE – Pídale a Dios que le dé sabiduría práctica y real para vivir correctamente después de leer estos proverbios hoy.

PARA REFLEXIONAR – ¿Cuáles son algunos de los temas principales de estos proverbios? ¿Cuáles de ellos le resultan más útiles? ¿Hay alguno propio que agregarías?

APLICACIÓN DIARIA – Elija 2 o 3 de estos proverbios que le parezcan más aplicables. Escríbalos en papel y colóquelos donde los vea cada día. Trate de memorizarlos rápidamente.

ORA – Señor, no quiero simplemente leer Tus palabras de sabiduría, quiero que realmente moldeen y den forma a mi vida.

Devocionales Diarios: Febrero 22

Proverbios 1, 2, 3, 4:1-27
Proverbios 1
Motivo de los proverbios

 Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel.

Para entender sabiduría y doctrina,
Para conocer razones prudentes,

Para recibir el consejo de prudencia,
Justicia, juicio y equidad;

Para dar sagacidad a los simples,
Y a los jóvenes inteligencia y cordura.

Oirá el sabio, y aumentará el saber,
Y el entendido adquirirá consejo,

Para entender proverbio y declaración,
Palabras de sabios, y sus dichos profundos.

El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;
Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.

Amonestaciones de la Sabiduría

Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre,
    Y no desprecies la dirección de tu madre;

Porque adorno de gracia serán a tu cabeza,
Y collares a tu cuello.

10 Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar,
No consientas.

11 Si dijeren: Ven con nosotros;
Pongamos asechanzas para derramar sangre,
Acechemos sin motivo al inocente;

12 Los tragaremos vivos como el Seol,
Y enteros, como los que caen en un abismo;

13 Hallaremos riquezas de toda clase,
Llenaremos nuestras casas de despojos;

14 Echa tu suerte entre nosotros;
Tengamos todos una bolsa.

15 Hijo mío, no andes en camino con ellos.
Aparta tu pie de sus veredas,

16 Porque sus pies corren hacia el mal,
Y van presurosos a derramar sangre.

17 Porque en vano se tenderá la red
Ante los ojos de toda ave;

18 Pero ellos a su propia sangre ponen asechanzas,
Y a sus almas tienden lazo.

19 Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia,
La cual quita la vida de sus poseedores.

20 La sabiduría clama en las calles,
Alza su voz en las plazas;

21 Clama en los principales lugares de reunión;
En las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones.

22 ¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza,
Y los burladores desearán el burlar,
Y los insensatos aborrecerán la ciencia?

23 Volveos a mi reprensión;
He aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros,
Y os haré saber mis palabras.

24 Por cuanto llamé, y no quisisteis oír,
Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese,

25 Sino que desechasteis todo consejo mío
Y mi reprensión no quisisteis,

26 También yo me reiré en vuestra calamidad,
Y me burlaré cuando os viniere lo que teméis;

27 Cuando viniere como una destrucción lo que teméis,
Y vuestra calamidad llegare como un torbellino;
Cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia.

28 Entonces me llamarán, y no responderé;
Me buscarán de mañana, y no me hallarán.

29 Por cuanto aborrecieron la sabiduría,
Y no escogieron el temor de Jehová,

30 Ni quisieron mi consejo,
Y menospreciaron toda reprensión mía,

31 Comerán del fruto de su camino,
Y serán hastiados de sus propios consejos.

32 Porque el desvío de los ignorantes los matará,
Y la prosperidad de los necios los echará a perder;

33 Mas el que me oyere, habitará confiadamente
Y vivirá tranquilo, sin temor del mal.

Proverbios 2
Excelencias de la sabiduría

Hijo mío, si recibieres mis palabras,
    Y mis mandamientos guardares dentro de ti,

Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría;
Si inclinares tu corazón a la prudencia,

Si clamares a la inteligencia,
Y a la prudencia dieres tu voz;

Si como a la plata la buscares,
Y la escudriñares como a tesoros,

Entonces entenderás el temor de Jehová,
Y hallarás el conocimiento de Dios.

Porque Jehová da la sabiduría,
Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.

El provee de sana sabiduría a los rectos;
Es escudo a los que caminan rectamente.

Es el que guarda las veredas del juicio,
Y preserva el camino de sus santos.

Entonces entenderás justicia, juicio
Y equidad, y todo buen camino.

10 Cuando la sabiduría entrare en tu corazón,
Y la ciencia fuere grata a tu alma,

11 La discreción te guardará;
Te preservará la inteligencia,

12 Para librarte del mal camino,
De los hombres que hablan perversidades,

13 Que dejan los caminos derechos,
Para andar por sendas tenebrosas;

14 Que se alegran haciendo el mal,
Que se huelgan en las perversidades del vicio;

15 Cuyas veredas son torcidas,
Y torcidos sus caminos.

16 Serás librado de la mujer extraña,
De la ajena que halaga con sus palabras,

17 La cual abandona al compañero de su juventud,
Y se olvida del pacto de su Dios.

18 Por lo cual su casa está inclinada a la muerte,
Y sus veredas hacia los muertos;

19 Todos los que a ella se lleguen, no volverán,
Ni seguirán otra vez los senderos de la vida.

20 Así andarás por el camino de los buenos,
Y seguirás las veredas de los justos;

21 Porque los rectos habitarán la tierra,
Y los perfectos permanecerán en ella,

22 Mas los impíos serán cortados de la tierra,
Y los prevaricadores serán de ella desarraigados.

Proverbios 3
Exhortación a la obediencia

Hijo mío, no te olvides de mi ley,
    Y tu corazón guarde mis mandamientos;

Porque largura de días y años de vida
Y paz te aumentarán.

Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad;
Atalas a tu cuello,
Escríbelas en la tabla de tu corazón;

Y hallarás gracia y buena opinión
Ante los ojos de Dios y de los hombres.

Fíate de Jehová de todo tu corazón,
Y no te apoyes en tu propia prudencia.

Reconócelo en todos tus caminos,
Y él enderezará tus veredas.

No seas sabio en tu propia opinión;
Teme a Jehová, y apártate del mal;

Porque será medicina a tu cuerpo,
Y refrigerio para tus huesos.

Honra a Jehová con tus bienes,
Y con las primicias de todos tus frutos;

10 Y serán llenos tus graneros con abundancia,
Y tus lagares rebosarán de mosto.

11 No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová,
Ni te fatigues de su corrección;

12 Porque Jehová al que ama castiga,
Como el padre al hijo a quien quiere.

13 Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría,
Y que obtiene la inteligencia;

14 Porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata,
Y sus frutos más que el oro fino.

15 Más preciosa es que las piedras preciosas;
Y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella.

16 Largura de días está en su mano derecha;
En su izquierda, riquezas y honra.

17 Sus caminos son caminos deleitosos,
Y todas sus veredas paz.

18 Ella es árbol de vida a los que de ella echan mano,
Y bienaventurados son los que la retienen.

19 Jehová con sabiduría fundó la tierra;
Afirmó los cielos con inteligencia.

20 Con su ciencia los abismos fueron divididos,
Y destilan rocío los cielos.

21 Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos;
Guarda la ley y el consejo,

22 Y serán vida a tu alma,
Y gracia a tu cuello.

23 Entonces andarás por tu camino confiadamente,
Y tu pie no tropezará.

24 Cuando te acuestes, no tendrás temor,
Sino que te acostarás, y tu sueño será grato.

25 No tendrás temor de pavor repentino,
Ni de la ruina de los impíos cuando viniere,

26 Porque Jehová será tu confianza,
Y él preservará tu pie de quedar preso.

27 No te niegues a hacer el bien a quien es debido,
Cuando tuvieres poder para hacerlo.

28 No digas a tu prójimo: Anda, y vuelve,
Y mañana te daré,
Cuando tienes contigo qué darle.

29 No intentes mal contra tu prójimo
Que habita confiado junto a ti.

30 No tengas pleito con nadie sin razón,
Si no te han hecho agravio.

31 No envidies al hombre injusto,
Ni escojas ninguno de sus caminos.

32 Porque Jehová abomina al perverso;
Mas su comunión íntima es con los justos.

33 La maldición de Jehová está en la casa del impío,
Pero bendecirá la morada de los justos.

34 Ciertamente él escarnecerá a los escarnecedores,
Y a los humildes dará gracia.

35 Los sabios heredarán honra,
Mas los necios llevarán ignominia.

Proverbios 4:1-27
Beneficios de la sabiduría

Oíd, hijos, la enseñanza de un padre,
    Y estad atentos, para que conozcáis cordura.

Porque os doy buena enseñanza;
No desamparéis mi ley.

Porque yo también fui hijo de mi padre,
Delicado y único delante de mi madre.

Y él me enseñaba, y me decía:
Retenga tu corazón mis razones,
Guarda mis mandamientos, y vivirás.

Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia;
No te olvides ni te apartes de las razones de mi boca;

No la dejes, y ella te guardará;
Amala, y te conservará.

Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría;
Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.

Engrandécela, y ella te engrandecerá;
Ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado.

Adorno de gracia dará a tu cabeza;
Corona de hermosura te entregará.

10 Oye, hijo mío, y recibe mis razones,
Y se te multiplicarán años de vida.

11 Por el camino de la sabiduría te he encaminado,
Y por veredas derechas te he hecho andar.

12 Cuando anduvieres, no se estrecharán tus pasos,
Y si corrieres, no tropezarás.

13 Retén el consejo, no lo dejes;
Guárdalo, porque eso es tu vida.

14 No entres por la vereda de los impíos,
Ni vayas por el camino de los malos.

15 Déjala, no pases por ella;
Apártate de ella, pasa.

16 Porque no duermen ellos si no han hecho mal,
Y pierden el sueño si no han hecho caer a alguno.

17 Porque comen pan de maldad, y beben vino de robos;

18 Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora,
Que va en aumento hasta que el día es perfecto.

19 El camino de los impíos es como la oscuridad;
No saben en qué tropiezan.

20 Hijo mío, está atento a mis palabras;
Inclina tu oído a mis razones.

21 No se aparten de tus ojos;
Guárdalas en medio de tu corazón;

22 Porque son vida a los que las hallan,
Y medicina a todo su cuerpo.

23 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;
Porque de él mana la vida.

24 Aparta de ti la perversidad de la boca,
Y aleja de ti la iniquidad de los labios.

25 Tus ojos miren lo recto,
Y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante.

26 Examina la senda de tus pies,
Y todos tus caminos sean rectos.

27 No te desvíes a la derecha ni a la izquierda;
Aparta tu pie del mal.

Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

LA SABIDURIA QUE VIENE DE DIOS

ORA – Señor, solo Tú eres la fuente de toda verdadera sabiduría. Hoy vengo a ti buscando más de Tu sabiduría.

PARA REFLEXIONAR – La gente tiene muchas ideas sobre lo que es la sabiduría. ¿Qué crees que significa ser realmente sabio? ¿Cómo puede llegar una persona a ser verdaderamente sabia?

APLICACIÓN DIARIA – Piense en una persona que usted considera que es realmente sabia. ¿Qué sabiduría tiene ella que usted necesite? Si puede, pídale que le comparta cómo ha adquirido esa sabiduría.

ORE – En oración agradezca a Dios porque Su sabiduría está disponible disponible para usted y para cualquiera que se la pida.

Devocionales Diarios: Febrero 21

Salmos 103
Alabanza por las bendiciones de Dios
Salmo de David

103 Bendice, alma mía, a Jehová,
    Y bendiga todo mi ser su santo nombre.

Bendice, alma mía, a Jehová,
Y no olvides ninguno de sus beneficios.

El es quien perdona todas tus iniquidades,
El que sana todas tus dolencias;

El que rescata del hoyo tu vida,
El que te corona de favores y misericordias;

El que sacia de bien tu boca
De modo que te rejuvenezcas como el águila.

Jehová es el que hace justicia
Y derecho a todos los que padecen violencia.

Sus caminos notificó a Moisés,
Y a los hijos de Israel sus obras.

Misericordioso y clemente es Jehová;
Lento para la ira, y grande en misericordia.

No contenderá para siempre,
Ni para siempre guardará el enojo.

10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades,
Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.

11 Porque como la altura de los cielos sobre la tierra,
Engrandeció su misericordia sobre los que le temen.

12 Cuanto está lejos el oriente del occidente,
Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.

13 Como el padre se compadece de los hijos,
Se compadece Jehová de los que le temen.

14 Porque él conoce nuestra condición;
Se acuerda de que somos polvo.

15 El hombre, como la hierba son sus días;
Florece como la flor del campo,

16 Que pasó el viento por ella, y pereció,
Y su lugar no la conocerá más.

17 Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen,
Y su justicia sobre los hijos de los hijos;

18 Sobre los que guardan su pacto,
Y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.

19 Jehová estableció en los cielos su trono,
Y su reino domina sobre todos.

20 Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles,
Poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra,
Obedeciendo a la voz de su precepto.

21 Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos,
Ministros suyos, que hacéis su voluntad.

22 Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras,
En todos los lugares de su señorío.
Bendice, alma mía, a Jehová.

Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

ALABADO SEA EL SEÑOR

ORA – Señor Dios, eres un Dios maravilloso; ¡Creador y sustentador de todo! ¡Me maravillo de todo lo que eres!

PARA REFLEXIONAR – Habiendo leído las palabras de alabanza de David en este salmo, ¿por qué alabarías más a Dios? ¿Qué le inspira o le impide alabar al Señor?

APLICACIÓN DIARIA – Intente componer su propio salmo corto de alabanza al Señor. Use el salmo de David como guía, pero sustituya las palabras del salmista con sus propias palabras e ideas específicas.

ORA – Alaba a Dios ahora por quien es y por todo lo que significa para ti y por todo lo que ha hecho por ti.

Devocionales Diarios: Febrero 20

Salmo 51

51 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;
Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.

Lávame más y más de mi maldad,
Y límpiame de mi pecado.

Porque yo reconozco mis rebeliones,
Y mi pecado está siempre delante de mí.

Contra ti, contra ti solo he pecado,
Y he hecho lo malo delante de tus ojos;
Para que seas reconocido justo en tu palabra,
Y tenido por puro en tu juicio.

He aquí, en maldad he sido formado,
Y en pecado me concibió mi madre.

He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo,
Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.

Purifícame con hisopo, y seré limpio;
Lávame, y seré más blanco que la nieve.

Hazme oír gozo y alegría,
Y se recrearán los huesos que has abatido.

Esconde tu rostro de mis pecados,
Y borra todas mis maldades.

10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.

11 No me eches de delante de ti,
Y no quites de mí tu santo Espíritu.

12 Vuélveme el gozo de tu salvación,
Y espíritu noble me sustente.

13 Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos,
Y los pecadores se convertirán a ti.

14 Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación;
Cantará mi lengua tu justicia.

15 Señor, abre mis labios,
Y publicará mi boca tu alabanza.

16 Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría;
No quieres holocausto.

17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;
Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

18 Haz bien con tu benevolencia a Sion;
Edifica los muros de Jerusalén.

19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia,
El holocausto u ofrenda del todo quemada;
Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar.

Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

TEN PIEDAD DE MI

ORA – Señor, prepara mi corazón y mi mente para meditar en tu Palabra hoy. Me postro ante ti porque tu eres mi Dios y mi Rey.

PARA REFLEXIONAR – ¿Por qué es tan importante confesar sus pecados? ¿Cómo puede estar seguro(a) de que Dios le perdonará? ¿Qué ayuda le brinda este salmo?

APLICACIÓN DIARIA – Encuentre un lugar tranquilo para reflexionar sobre su vida esta semana. Haga una lista de los pecados que recuerde. Escríbalos en un papel, confiéselos, pida perdón a Dios y luego rompa el papel.

ORA – Gracias Señor por las muchas veces que me has perdonado, por tu paciencia y comprensión hacia mi.

Devocionales Diarios: Febrero 19

Salmo 23:1-6
Jehová es mi pastor
Salmo de David

23  Jehová es mi pastor; nada me faltará.

En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.

Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.

Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.

Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

EL SEÑOR ES MI PASTOR

ORA – Dios, te agradezco por toda la belleza, el consuelo, la inspiración y la guía que encuentro en Tú Palabra.

PARA REFLEXIONAR – ¿Qué puede aprender acerca de la naturaleza y el carácter del Señor a través de este hermoso salmo? ¿Qué versículo es más significativo para ti? ¿Por qué?

APLICACIÓN DIARIA – Intenta salir a caminar hoy y busca ejemplos de las imágenes utilizadas en este salmo (pastos verdes, aguas tranquilas, sendas o caminos, etc) Agradece a Dios por recordarle hoy que Él cuida de usted.

ORA – Señor, en verdad eres mi buen Pastor y estoy agradecido(a) por Tu cuidado amoroso e inquebrantable. Gracias porque aun cuando yo esté viviendo momentos difíciles, no temeré, porque tú estás a mi lado.