Devocionales Diarios: Agosto 23

Agosto 23 2020

En este capítulo, Moisés presenta la evidencia que prueba que el favor del Señor hacia el pueblo de Israel no se debió a su justicia, sino a pesar de su injusticia. Les recuerda que no es porque fueran más justos, en comparación con las naciones malvadas que estaban despojando, que el Señor les daba la tierra prometida. ¡No tenía nada que ver con su propia “justicia”!

Moisés luego relata las numerosas veces que el pueblo probó y se rebeló contra Dios durante los 40 años desde que salieron de Egipto. A pesar de todo lo que Dios había hecho por ellos, a pesar de todos los increibles milagros, señales, maravillas y experiencias de gloria alucinantes que habían presenciado, la gente seguía rebelándose continuamente contra el Señor en cada paso del camino.

Es fácil para nosotros sentarnos mientras leemos estos relatos y pensar “¡qué gente tan desagradecida e insensata!” Pero es de vital importancia para nosotros recordar que somos muy parecidos al pueblo de Israel. A pesar de Su perfecta fidelidad hacia nosotros, cada uno de nosotros le resulta infiel de una forma u otra todos los días.

Esto demuestra que nunca es nuestra bondad, nuestra santidad o nuestra justicia lo que nos da la esperanza del favor de Dios hacia nosotros; ¡Es sólo la gracia de Dios, su favor inmerecido, su bondad y generosidad, en lo que podemos poner nuestra esperanza! Nunca es por nuestra justicia, es solo por Su justicia perfecta que recibimos gratuitamente el regalo de Su gracia.

Deuteronomio 9

Dios destruirá a las naciones de Canaán

1  Oye, Israel: tú vas hoy a pasar el Jordán, para entrar a desposeer a naciones más numerosas y más poderosas que tú, ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo;

un pueblo grande y alto, hijos de los anaceos, de los cuales tienes tú conocimiento, y has oído decir: ¿Quién se sostendrá delante de los hijos de Anac?

Entiende, pues, hoy, que es Jehová tu Dios el que pasa delante de ti como fuego consumidor, que los destruirá y humillará delante de ti; y tú los echarás, y los destruirás en seguida, como Jehová te ha dicho.

No pienses en tu corazón cuando Jehová tu Dios los haya echado de delante de ti, diciendo: Por mi justicia me ha traído Jehová a poseer esta tierra; pues por la impiedad de estas naciones Jehová las arroja de delante de ti.

No por tu justicia, ni por la rectitud de tu corazón entras a poseer la tierra de ellos, sino por la impiedad de estas naciones Jehová tu Dios las arroja de delante de ti, y para confirmar la palabra que Jehová juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.

La rebelión de Israel en Horeb
(Ex. 31.18–32.35)

Por tanto, sabe que no es por tu justicia que Jehová tu Dios te da esta buena tierra para tomarla; porque pueblo duro de cerviz eres tú.

Acuérdate, no olvides que has provocado la ira de Jehová tu Dios en el desierto; desde el día que saliste de la tierra de Egipto, hasta que entrasteis en este lugar, habéis sido rebeldes a Jehová.

En Horeb provocasteis a ira a Jehová, y se enojó Jehová contra vosotros para destruiros.

Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que Jehová hizo con vosotros, estuve entonces en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua;

10 y me dio Jehová las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios; y en ellas estaba escrito según todas las palabras que os habló Jehová en el monte, de en medio del fuego, el día de la asamblea.

11 Sucedió al fin de los cuarenta días y cuarenta noches, que Jehová me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto.

12 Y me dijo Jehová: Levántate, desciende pronto de aquí, porque tu pueblo que sacaste de Egipto se ha corrompido; pronto se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho una imagen de fundición.

13 Y me habló Jehová, diciendo: He observado a ese pueblo, y he aquí que es pueblo duro de cerviz.

14 Déjame que los destruya, y borre su nombre de debajo del cielo, y yo te pondré sobre una nación fuerte y mucho más numerosa que ellos.

15 Y volví y descendí del monte, el cual ardía en fuego, con las tablas del pacto en mis dos manos.

16 Y miré, y he aquí habíais pecado contra Jehová vuestro Dios; os habíais hecho un becerro de fundición, apartándoos pronto del camino que Jehová os había mandado.

17 Entonces tomé las dos tablas y las arrojé de mis dos manos, y las quebré delante de vuestros ojos.

18 Y me postré delante de Jehová como antes, cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua, a causa de todo vuestro pecado que habíais cometido haciendo el mal ante los ojos de Jehová para enojarlo.

19 Porque temí a causa del furor y de la ira con que Jehová estaba enojado contra vosotros para destruiros. Pero Jehová me escuchó aun esta vez.

20 Contra Aarón también se enojó Jehová en gran manera para destruirlo; y también oré por Aarón en aquel entonces.

21 Y tomé el objeto de vuestro pecado, el becerro que habíais hecho, y lo quemé en el fuego, y lo desmenucé moliéndolo muy bien, hasta que fue reducido a polvo; y eché el polvo de él en el arroyo que descendía del monte.

22 También en Tabera, en Masah y en Kibrot-hataava provocasteis a ira a Jehová.

23 Y cuando Jehová os envió desde Cades-barnea, diciendo: Subid y poseed la tierra que yo os he dado, también fuisteis rebeldes al mandato de Jehová vuestro Dios, y no le creísteis, ni obedecisteis a su voz.

24 Rebeldes habéis sido a Jehová desde el día que yo os conozco.

25 Me postré, pues, delante de Jehová; cuarenta días y cuarenta noches estuve postrado, porque Jehová dijo que os había de destruir.

26 Y oré a Jehová, diciendo: Oh Señor Jehová, no destruyas a tu pueblo y a tu heredad que has redimido con tu grandeza, que sacaste de Egipto con mano poderosa.

27 Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac y Jacob; no mires a la dureza de este pueblo, ni a su impiedad ni a su pecado,

28 no sea que digan los de la tierra de donde nos sacaste: Por cuanto no pudo Jehová introducirlos en la tierra que les había prometido, o porque los aborrecía, los sacó para matarlos en el desierto.

29 Y ellos son tu pueblo y tu heredad, que sacaste con tu gran poder y con tu brazo extendido.

Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

Pregunta de discusión familiar:

Muchos de nosotros tendemos a funcionar como si fuéramos básicamente buenas personas. ¿Cómo el Evangelio destruye toda apariencia de justicia propia y nos lleva a confiar únicamente en la gracia de Dios?

Devocionales Diarios: Agosto 22

Agosto 22 2020

Deuteronomio 8

La buena tierra que han de poseer

1  Cuidaréis de poner por obra todo mandamiento que yo os ordeno hoy, para que viváis, y seáis multiplicados, y entréis y poseáis la tierra que Jehová prometió con juramento a vuestros padres.

Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.

Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.

Tu vestido nunca se envejeció sobre ti, ni el pie se te ha hinchado en estos cuarenta años.

Reconoce asimismo en tu corazón, que como castiga el hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te castiga.

Guardarás, pues, los mandamientos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y temiéndole.

Porque Jehová tu Dios te introduce en la buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en vegas y montes;

tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de aceite y de miel;

tierra en la cual no comerás el pan con escasez, ni te faltará nada en ella; tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes sacarás cobre.

10 Y comerás y te saciarás, y bendecirás a Jehová tu Dios por la buena tierra que te habrá dado.

Amonestación de no olvidar a Dios

11 Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy;

12 no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites,

13 y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente;

14 y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre;

15 que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no había agua, y él te sacó agua de la roca del pedernal;

16 que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien;

17 y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza.

18 Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.

19 Mas si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis.

20 Como las naciones que Jehová destruirá delante de vosotros, así pereceréis, por cuanto no habréis atendido a la voz de Jehová vuestro Dios.

Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

Devocionales Diarios: Agosto 21

Agosto 21 2020

Deuteronomio 7

Advertencias contra la idolatría de Canaán
(Ex. 34.11-17)

1  Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra en la cual entrarás para tomarla, y haya echado de delante de ti a muchas naciones, al heteo, al gergeseo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, siete naciones mayores y más poderosas que tú,

y Jehová tu Dios las haya entregado delante de ti, y las hayas derrotado, las destruirás del todo; no harás con ellas alianza, ni tendrás de ellas misericordia.

Y no emparentarás con ellas; no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo.

Porque desviará a tu hijo de en pos de mí, y servirán a dioses ajenos; y el furor de Jehová se encenderá sobre vosotros, y te destruirá pronto.

Mas así habéis de hacer con ellos: sus altares destruiréis, y quebraréis sus estatuas, y destruiréis sus imágenes de Asera, y quemaréis sus esculturas en el fuego.

Un pueblo santo para Jehová

Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.

No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos;

sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto.

Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones;

10 y que da el pago en persona al que le aborrece, destruyéndolo; y no se demora con el que le odia, en persona le dará el pago.

11 Guarda, por tanto, los mandamientos, estatutos y decretos que yo te mando hoy que cumplas.

Bendiciones de la obediencia
(Lv. 26.3-13; Dt. 28.1-14)

12 Y por haber oído estos decretos y haberlos guardado y puesto por obra, Jehová tu Dios guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres.

13 Y te amará, te bendecirá y te multiplicará, y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano, tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te daría.

14 Bendito serás más que todos los pueblos; no habrá en ti varón ni hembra estéril, ni en tus ganados.

15 Y quitará Jehová de ti toda enfermedad; y todas las malas plagas de Egipto, que tú conoces, no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren.

16 Y consumirás a todos los pueblos que te da Jehová tu Dios; no los perdonará tu ojo, ni servirás a sus dioses, porque te será tropiezo.

17 Si dijeres en tu corazón: Estas naciones son mucho más numerosas que yo; ¿cómo las podré exterminar?

18 no tengas temor de ellas; acuérdate bien de lo que hizo Jehová tu Dios con Faraón y con todo Egipto;

19 de las grandes pruebas que vieron tus ojos, y de las señales y milagros, y de la mano poderosa y el brazo extendido con que Jehová tu Dios te sacó; así hará Jehová tu Dios con todos los pueblos de cuya presencia tú temieres.

20 También enviará Jehová tu Dios avispas sobre ellos, hasta que perezcan los que quedaren y los que se hubieren escondido de delante de ti.

21 No desmayes delante de ellos, porque Jehová tu Dios está en medio de ti, Dios grande y temible.

22 Y Jehová tu Dios echará a estas naciones de delante de ti poco a poco; no podrás acabar con ellas en seguida, para que las fieras del campo no se aumenten contra ti.

23 Mas Jehová tu Dios las entregará delante de ti, y él las quebrantará con grande destrozo, hasta que sean destruidas.

24 El entregará sus reyes en tu mano, y tú destruirás el nombre de ellos de debajo del cielo; nadie te hará frente hasta que los destruyas.

25 Las esculturas de sus dioses quemarás en el fuego; no codiciarás plata ni oro de ellas para tomarlo para ti, para que no tropieces en ello, pues es abominación a Jehová tu Dios;

26 y no traerás cosa abominable a tu casa, para que no seas anatema; del todo la aborrecerás y la abominarás, porque es anatema.

Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

Devocionales Diarios: Junio 18

Junio 18 2020

Mateo 5:1-12

El Sermón del monte: Las bienaventuranzas

(Lc. 6.20-23)

 Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos.

Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:

Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.

Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.

Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.

Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

10 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.

12 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.

Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

Junio 18 2020

Devocionales Diarios: Junio 17

Junio 17 2020

Proverbios 31

Exhortación a un rey

31  Palabras del rey Lemuel; la profecía con que le enseñó su madre.

¿Qué, hijo mío? ¿y qué, hijo de mi vientre?
¿Y qué, hijo de mis deseos?

No des a las mujeres tu fuerza,
Ni tus caminos a lo que destruye a los reyes.

No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino,
Ni de los príncipes la sidra;

No sea que bebiendo olviden la ley,
Y perviertan el derecho de todos los afligidos.

Dad la sidra al desfallecido,
Y el vino a los de amargado ánimo.

Beban, y olvídense de su necesidad,
Y de su miseria no se acuerden más.

Abre tu boca por el mudo
En el juicio de todos los desvalidos.

Abre tu boca, juzga con justicia,
Y defiende la causa del pobre y del menesteroso.

Elogio de la mujer virtuosa

10 Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?
    Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.

11 El corazón de su marido está en ella confiado,
Y no carecerá de ganancias.

12 Le da ella bien y no mal
Todos los días de su vida.

13 Busca lana y lino,
Y con voluntad trabaja con sus manos.

14 Es como nave de mercader;
Trae su pan de lejos.

15 Se levanta aun de noche
Y da comida a su familia
Y ración a sus criadas.

16 Considera la heredad, y la compra,
Y planta viña del fruto de sus manos.

17 Ciñe de fuerza sus lomos,
Y esfuerza sus brazos.

18 Ve que van bien sus negocios;
Su lámpara no se apaga de noche.

19 Aplica su mano al huso,
Y sus manos a la rueca.

20 Alarga su mano al pobre,
Y extiende sus manos al menesteroso.

21 No tiene temor de la nieve por su familia,
Porque toda su familia está vestida de ropas dobles.

22 Ella se hace tapices;
De lino fino y púrpura es su vestido.

23 Su marido es conocido en las puertas,
Cuando se sienta con los ancianos de la tierra.

24 Hace telas, y vende,
Y da cintas al mercader.

25 Fuerza y honor son su vestidura;
Y se ríe de lo por venir.

26 Abre su boca con sabiduría,
Y la ley de clemencia está en su lengua.

27 Considera los caminos de su casa,
Y no come el pan de balde.

28 Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada;
Y su marido también la alaba:

29 Muchas mujeres hicieron el bien;
Mas tú sobrepasas a todas.

30 Engañosa es la gracia, y vana la hermosura;
La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.

31 Dadle del fruto de sus manos,
Y alábenla en las puertas sus hechos.

Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

Junio 17 2020

Devocionales Diarios: Junio 16

Junio 16 2020

Proverbios 30

Las palabras de Agur

30  Palabras de Agur, hijo de Jaqué; la profecía que dijo el varón a Itiel, a Itiel y a Ucal.

Ciertamente más rudo soy yo que ninguno,
Ni tengo entendimiento de hombre.

Yo ni aprendí sabiduría,
Ni conozco la ciencia del Santo.

¿Quién subió al cielo, y descendió?
¿Quién encerró los vientos en sus puños?
¿Quién ató las aguas en un paño?
¿Quién afirmó todos los términos de la tierra?
¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si sabes?

Toda palabra de Dios es limpia;
El es escudo a los que en él esperan.

No añadas a sus palabras, para que no te reprenda,
Y seas hallado mentiroso.

Dos cosas te he demandado;
No me las niegues antes que muera:

Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí;
No me des pobreza ni riquezas;
Manténme del pan necesario;

No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová?
O que siendo pobre, hurte,
Y blasfeme el nombre de mi Dios.

10 No acuses al siervo ante su señor,
No sea que te maldiga, y lleves el castigo.

11 Hay generación que maldice a su padre
Y a su madre no bendice.

12 Hay generación limpia en su propia opinión,
Si bien no se ha limpiado de su inmundicia.

13 Hay generación cuyos ojos son altivos
Y cuyos párpados están levantados en alto.

14 Hay generación cuyos dientes son espadas, y sus muelas cuchillos,
Para devorar a los pobres de la tierra, y a los menesterosos de entre los hombres.

15 La sanguijuela tiene dos hijas que dicen: !!Dame! !!dame!
Tres cosas hay que nunca se sacian;
Aun la cuarta nunca dice: !!Basta!

16 El Seol, la matriz estéril,
La tierra que no se sacia de aguas,
Y el fuego que jamás dice: !!Basta!

17 El ojo que escarnece a su padre
Y menosprecia la enseñanza de la madre,
Los cuervos de la cañada lo saquen,
Y lo devoren los hijos del águila.

18 Tres cosas me son ocultas;
Aun tampoco sé la cuarta:

19 El rastro del águila en el aire;
El rastro de la culebra sobre la peña;
El rastro de la nave en medio del mar;
Y el rastro del hombre en la doncella.

20 El proceder de la mujer adúltera es así:
Come, y limpia su boca
Y dice: No he hecho maldad.

21 Por tres cosas se alborota la tierra,
Y la cuarta ella no puede sufrir:

22 Por el siervo cuando reina;
Por el necio cuando se sacia de pan;

23 Por la mujer odiada cuando se casa;
Y por la sierva cuando hereda a su señora.

24 Cuatro cosas son de las más pequeñas de la tierra,
Y las mismas son más sabias que los sabios:

25 Las hormigas, pueblo no fuerte,
Y en el verano preparan su comida;

26 Los conejos, pueblo nada esforzado,
Y ponen su casa en la piedra;

27 Las langostas, que no tienen rey,
Y salen todas por cuadrillas;

28 La araña que atrapas con la mano,
Y está en palacios de rey.

29 Tres cosas hay de hermoso andar,
Y la cuarta pasea muy bien:

30 El león, fuerte entre todos los animales,
Que no vuelve atrás por nada;

31 El ceñido de lomos; asimismo el macho cabrío;
Y el rey, a quien nadie resiste.

32 Si neciamente has procurado enaltecerte,
O si has pensado hacer mal,
Pon el dedo sobre tu boca.

33 Ciertamente el que bate la leche sacará mantequilla,
Y el que recio se suena las narices sacará sangre;
Y el que provoca la ira causará contienda.

Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

Junio 16 2020

Devocionales Diarios: Junio 15

Junio 15 2020

Proverbios 29

29 El hombre que reprendido endurece la cerviz,
De repente será quebrantado, y no habrá para él medicina.

Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra;
Mas cuando domina el impío, el pueblo gime.

El hombre que ama la sabiduría alegra a su padre;
Mas el que frecuenta rameras perderá los bienes.

El rey con el juicio afirma la tierra;
Mas el que exige presentes la destruye.

El hombre que lisonjea a su prójimo,
Red tiende delante de sus pasos.

En la transgresión del hombre malo hay lazo;
Mas el justo cantará y se alegrará.

Conoce el justo la causa de los pobres;
Mas el impío no entiende sabiduría.

Los hombres escarnecedores ponen la ciudad en llamas;
Mas los sabios apartan la ira.

Si el hombre sabio contendiere con el necio,
Que se enoje o que se ría, no tendrá reposo.

10 Los hombres sanguinarios aborrecen al perfecto,
Mas los rectos buscan su contentamiento.

11 El necio da rienda suelta a toda su ira,
Mas el sabio al fin la sosiega.

12 Si un gobernante atiende la palabra mentirosa,
Todos sus servidores serán impíos.

13 El pobre y el usurero se encuentran;
Jehová alumbra los ojos de ambos.

14 Del rey que juzga con verdad a los pobres,
El trono será firme para siempre.

15 La vara y la corrección dan sabiduría;
Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre.

16 Cuando los impíos son muchos, mucha es la transgresión;
Mas los justos verán la ruina de ellos.

17 Corrige a tu hijo, y te dará descanso,
Y dará alegría a tu alma.

18 Sin profecía el pueblo se desenfrena;
Mas el que guarda la ley es bienaventurado.

19 El siervo no se corrige con palabras;
Porque entiende, mas no hace caso.

20 ¿Has visto hombre ligero en sus palabras?
Más esperanza hay del necio que de él.

21 El siervo mimado desde la niñez por su amo,
A la postre será su heredero.

22 El hombre iracundo levanta contiendas,
Y el furioso muchas veces peca.

23 La soberbia del hombre le abate;
Pero al humilde de espíritu sustenta la honra.

24 El cómplice del ladrón aborrece su propia alma;
Pues oye la imprecación y no dice nada.

25 El temor del hombre pondrá lazo;
Mas el que confía en Jehová será exaltado.

26 Muchos buscan el favor del príncipe;
Mas de Jehová viene el juicio de cada uno.

27 Abominación es a los justos el hombre inicuo;
Y abominación es al impío el de caminos rectos.

Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

Junio 15 2020

Devocionales Diarios: Junio 14

Junio 14 2020

El autor de Proverbios 31 se identifica como el Rey Lemuel. No sabemos quién era este rey, pero sus palabras revelan un gran respeto y aprecio por su madre y su esposa. Mientras recibe la sabiduría que le enseñó su madre y admira el carácter de su esposa, las cualidades citadas pueden ser características que se ven en cualquier persona que busca el corazón de Dios. ¡Esto significa que el ejemplo de la “mujer de Proverbios 31” es uno que deben tratar de poner en práctica también los hombres!

La madre del rey le dio tres cosas para practicar. Primero, ella le advirtió contra el uso de su autoridad y poder para participar en la inmoralidad o para buscar la desaparición de otros reyes. En segundo lugar, le advirtió sobre los peligros de la embriaguez y los riesgos inherentes de tratar de gobernar bajo la influencia de una bebida fuerte y el daño y sufrimiento que podría causar. En tercer lugar, ella lo instó a que siempre acudiera en ayuda de quienes sufren o están oprimidos.

El rey alaba a su esposa y su noble carácter. La considera una mujer virtuosa de excelencia que tiene su corazón y su más profunda confianza. Es sabia, discreta, trabajadora, apoya a su esposo y se preocupa profundamente por su buena reputación. No solo se levanta temprano para servir a su esposo y familia, sino también a aquellos que atienden sus necesidades. Ella tiene una autoestima saludable y es admirada por quienes la conocen. ¡Todos los días modela una vida digna de imitación!

Proverbios 31

Exhortación a un rey

31  Palabras del rey Lemuel; la profecía con que le enseñó su madre.

¿Qué, hijo mío? ¿y qué, hijo de mi vientre?
¿Y qué, hijo de mis deseos?

No des a las mujeres tu fuerza,
Ni tus caminos a lo que destruye a los reyes.

No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino,
Ni de los príncipes la sidra;

No sea que bebiendo olviden la ley,
Y perviertan el derecho de todos los afligidos.

Dad la sidra al desfallecido,
Y el vino a los de amargado ánimo.

Beban, y olvídense de su necesidad,
Y de su miseria no se acuerden más.

Abre tu boca por el mudo
En el juicio de todos los desvalidos.

Abre tu boca, juzga con justicia,
Y defiende la causa del pobre y del menesteroso.

Elogio de la mujer virtuosa

10 Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?
    Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.

11 El corazón de su marido está en ella confiado,
Y no carecerá de ganancias.

12 Le da ella bien y no mal
Todos los días de su vida.

13 Busca lana y lino,
Y con voluntad trabaja con sus manos.

14 Es como nave de mercader;
Trae su pan de lejos.

15 Se levanta aun de noche
Y da comida a su familia
Y ración a sus criadas.

16 Considera la heredad, y la compra,
Y planta viña del fruto de sus manos.

17 Ciñe de fuerza sus lomos,
Y esfuerza sus brazos.

18 Ve que van bien sus negocios;
Su lámpara no se apaga de noche.

19 Aplica su mano al huso,
Y sus manos a la rueca.

20 Alarga su mano al pobre,
Y extiende sus manos al menesteroso.

21 No tiene temor de la nieve por su familia,
Porque toda su familia está vestida de ropas dobles.

22 Ella se hace tapices;
De lino fino y púrpura es su vestido.

23 Su marido es conocido en las puertas,
Cuando se sienta con los ancianos de la tierra.

24 Hace telas, y vende,
Y da cintas al mercader.

25 Fuerza y honor son su vestidura;
Y se ríe de lo por venir.

26 Abre su boca con sabiduría,
Y la ley de clemencia está en su lengua.

27 Considera los caminos de su casa,
Y no come el pan de balde.

28 Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada;
Y su marido también la alaba:

29 Muchas mujeres hicieron el bien;
Mas tú sobrepasas a todas.

30 Engañosa es la gracia, y vana la hermosura;
La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.

31 Dadle del fruto de sus manos,
Y alábenla en las puertas sus hechos.

Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

Pregunta de discusión familiar:

¿Crees que las instrucciones de la madre del rey se aplican a tu vida de alguna manera? ¿Ves alguna de las cualidades de carácter de la esposa del rey en tu vida? ¿Qué áreas de tu vida aún necesitas someter a Dios?

Junio 14 2020

Devocionales Diarios: Junio 13

Junio 13 2020

El autor de este proverbio quiere ser una persona justa, pero admite que no ha aprendido la sabiduría y ha actuado tontamente. Está cansado y abatido. Pero cuando una persona percibe y comprende más los caminos de Dios, se vuelve lo suficientemente humilde como para reconocer de cuánto aún no sabe, ¡y puede experimentar una mayor intimidad con el Creador de todas las cosas!

Dios es grandioso y cada palabra suya en última instancia demuestra ser verdad. Cuando uno se acerca a Él, experimentará la seguridad y la paz que solo Él da (v.5). El escritor advierte a una persona que no agregue, quite o distorsione la Palabra de Dios.  Aprendemos que la alegría y la integridad se encuentran en la vida equilibrada.

Agur observa los contrastes de la vida: justicia y maldad, sabiduría y necedad, compasión y crueldad, vida y muerte. La vida tiene señales en el camino que revelan la sabiduría y la verdad de Dios. La pregunta es, ¿tendremos el corazón y la humildad para verlos y responder en apropiadamente al Espíritu de Dios?

Proverbios 30

30 Dichos de Agur hijo de Jaqué. Oráculo. Palabras de este varón:

«Cansado estoy, oh Dios;
    cansado estoy, oh Dios, y débil.

»Soy el más ignorante de todos los hombres;
    no hay en mí discernimiento humano.
No he adquirido sabiduría,
    ni tengo conocimiento del Dios santo.

»¿Quién ha subido a los cielos
    y descendido de ellos?
¿Quién puede atrapar el viento en su puño
    o envolver el mar en su manto?
¿Quién ha establecido los límites de la tierra?
    ¿Quién conoce su nombre o el de su hijo?

»Toda palabra de Dios es digna de crédito;
    Dios protege a los que en él buscan refugio.
No añadas nada a sus palabras,
    no sea que te reprenda
    y te exponga como a un mentiroso.

»Solo dos cosas te pido, Señor;
    no me las niegues antes de que muera:
Aleja de mí la falsedad y la mentira;
    no me des pobreza ni riquezas,
    sino solo el pan de cada día.
Porque teniendo mucho, podría desconocerte
    y decir: “¿Y quién es el Señor?”
Y teniendo poco, podría llegar a robar
    y deshonrar así el nombre de mi Dios.

10 »No ofendas al esclavo delante de su amo,
    pues podría maldecirte y sufrirías las consecuencias.

11 »Hay quienes maldicen a su padre
    y no bendicen a su madre.
12 Hay quienes se creen muy puros,
    pero no se han purificado de su impureza.
13 Hay quienes se creen muy importantes,
    y a todos miran con desdén.
14 Hay quienes tienen espadas por dientes
    y cuchillos por mandíbulas;
para devorar a los pobres de la tierra
    y a los menesterosos de este mundo.

15 »La sanguijuela tiene dos hijas
    que solo dicen: “Dame, dame”.

»Tres cosas hay que nunca se sacian,
    y una cuarta que nunca dice “¡Basta!”:
16 el sepulcro, el vientre estéril,
    la tierra, que nunca se sacia de agua,
    y el fuego, que no se cansa de consumir.

17 »Al que mira con desdén a su padre,
    y rehúsa obedecer a su madre,
que los cuervos del valle le saquen los ojos
    y que se lo coman vivo los buitres.

18 »Tres cosas hay que me causan asombro,
    y una cuarta que no alcanzo a comprender:
19 el rastro del águila en el cielo,
    el rastro de la serpiente en la roca,
el rastro del barco en alta mar,
    y el rastro del hombre en la mujer.

20 »Así procede la adúltera:
    come, se limpia la boca,
    y afirma: “Nada malo he cometido”.

21 »Tres cosas hacen temblar la tierra,
    y una cuarta la hace estremecer:
22 el siervo que llega a ser rey,
    el necio al que le sobra comida,
23 la mujer rechazada que llega a casarse,
    y la criada que suplanta a su señora.

24 »Cuatro cosas hay pequeñas en el mundo,
    pero que son más sabias que los sabios:
25 las hormigas, animalitos de escasas fuerzas,
    pero que almacenan su comida en el verano;
26 los tejones, animalitos de poca monta,
    pero que construyen su casa entre las rocas;
27 las langostas, que no tienen rey,
    pero que avanzan en formación perfecta;
28 las lagartijas, que se atrapan con la mano,
    pero que habitan hasta en los palacios.

29 »Tres cosas hay que caminan con garbo,
    y una cuarta de paso imponente:
30 el león, poderoso entre las bestias,
    que no retrocede ante nada;
31 el gallo engreído, el macho cabrío,
    y el rey al frente de su ejército.

32 »Si como un necio te has engreído,
    o si algo maquinas, ponte a pensar
33 que batiendo la leche se obtiene mantequilla,
    que sonándose fuerte sangra la nariz,
    y que provocando la ira se acaba peleando».

Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

– ¿Qué hace con los arrepentimientos y las fallas pasadas de la vida? ¿Le resulta fácil confesar su falta a Dios y apartarse del pecado? ¿Le resulta fácil o difícil aprender de los fracasos del pasado?

Pregunta de discusión familiar:

– ¿Por qué es tan importante que, mientras buscamos al Señor, lo hagamos con humildad? ¿Qué verdades acerca de Dios deberían acercarnos a Él con humildad y reverencia?

Junio 13 2020

Devocionales Diarios: Junio 12

Junio 12 2020

La vida es dura sin cierto grado de disciplina. Cualquiera que se resienta o rechace la disciplina se dirige hacia un camino difícil. Nuestra lectura de hoy habla del corazón y el carácter de una persona, y las consecuencias que sufren aquellos que son irreconciliables y rebeldes.

Cuando una persona rechaza la disciplina de Dios, sufre personalmente, incluso aquellos con los que se asocia también pueden llegar a experimentar las graves consecuencias de sus acciones y actitudes malvadas. Cuando un líder vive una vida contraria a Dios, toda la comunidad e incluso una nación pueden sufrir.

En contraste, los justos aprenden de la disciplina. Están atentos a las necesidades del sufrimiento (v.7) y son capaces de apaciguar los ánimos de una comunidad conmocionada (v.8). Un niño abandonado a sus propios deseos sin la disciplina sazonada y amorosa de los padres causa angustia y dolor a quienes le aman (v.15). Si a las personas no se les da esperanza y visión de la palabra de Dios, se dispersan en todas las direcciones (v.18).

¡La persona que acoge con beneplácito la disciplina de Dios, la verdad de Su Palabra y guarda Su ley, no solo experimenta las bendiciones del Señor en su propia vida, sino que también es una bendición para los demás!

Proverbios 29

29 El que es reacio a las reprensiones
    será destruido de repente y sin remedio.

Cuando los justos prosperan, el pueblo se alegra;
    cuando los impíos gobiernan, el pueblo gime.

El que ama la sabiduría alegra a su padre;
    el que frecuenta rameras derrocha su fortuna.

Con justicia el rey da estabilidad al país;
    cuando lo abruma con tributos, lo destruye.

El que adula a su prójimo
    le tiende una trampa.

Al malvado lo atrapa su propia maldad,
    pero el justo puede cantar de alegría.

El justo se ocupa de la causa del desvalido;
    el malvado ni sabe de qué se trata.

Los insolentes conmocionan a la ciudad,
    pero los sabios apaciguan los ánimos.

Cuando el sabio entabla pleito contra un necio,
    aunque se enoje o se ría, nada arreglará.

10 Los asesinos aborrecen a los íntegros,
    y tratan de matar a los justos.

11 El necio da rienda suelta a su ira,
    pero el sabio sabe dominarla.

12 Cuando un gobernante se deja llevar por mentiras,
    todos sus oficiales se corrompen.

13 Algo en común tienen el pobre y el opresor:
    a los dos el Señor les ha dado la vista.

14 El rey que juzga al pobre según la verdad
    afirma su trono para siempre.

15 La vara de la disciplina imparte sabiduría,
    pero el hijo malcriado avergüenza a su madre.

16 Cuando prospera el impío, prospera el pecado,
    pero los justos presenciarán su caída.

17 Disciplina a tu hijo, y te traerá tranquilidad;
    te dará muchas satisfacciones.

18 Donde no hay visión, el pueblo se extravía;
    ¡dichosos los que son obedientes a la ley!

19 No solo con palabras se corrige al siervo;
    aunque entienda, no obedecerá.

20 ¿Te has fijado en los que hablan sin pensar?
    ¡Más se puede esperar de un necio que de gente así!

21 Quien consiente a su criado cuando este es niño
    al final habrá de lamentarlo.[a]

22 El hombre iracundo provoca peleas;
    el hombre violento multiplica sus crímenes.

23 El altivo será humillado,
    pero el humilde será enaltecido.

24 El cómplice del ladrón atenta contra sí mismo;
    aunque esté bajo juramento, no testificará.

25 Temer a los hombres resulta una trampa,
    pero el que confía en el Señor sale bien librado.

26 Muchos buscan el favor del gobernante,
    pero solo el Señor hace justicia.

27 Los justos aborrecen a los malvados,
    y los malvados aborrecen a los justos.

Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

Pregunta de discusión familiar:

– ¿Cómo recibes corrección o disciplina? ¿Es algo que le molesta o acepta las críticas y las correcciones constructivas? ¿Recibes con buena voluntad la disciplina de Dios?

Junio 12 2020