Mayo 21 2020
¡Durante los próximos 31 días vamos a sumergirnos juntos en el libro de Proverbios! El libro de Proverbios es una colección de dichos cortos en el Antiguo Testamento destinados a infundir sabiduría en el pueblo de Dios. Es importante recordar mientras leemos que un proverbio es una declaración que generalmente es verdadera en principio, no una promesa universalmente verdadera. ¡Profundicemos juntos en la Palabra y permitamos que el Señor moldee nuestros corazones, nuestras mentes y nuestras vidas en Su sabiduría durante el próximo mes!
En Proverbios, capítulo 1, Salomón da su primer consejo paterno para que su hijo evite enredarse en los planes de los pecadores, y escribe una súplica apasionada desde la perspectiva de la sabiduría, para que aquellos que caminan en el camino de los tontos recurran a ella, reciban instrucciones y eviten ser destruidos.
En el versículo 7, Salomón dice esto: “El temor del Señor es el principio del conocimiento; los necios desprecian la sabiduría y la disciplina”. Este dicho sirve como una especie de declaración de tesis en torno a la cual girará el resto del libro. Además de un reconocimiento y reverencia por la asombrosa gloria, santidad y autoridad del Señor, todo supuesto conocimiento y sabiduría es vano e inútil. ¡Es solo a través del temor del Señor que la sabiduría puede encontrar tanto su única fuente verdadera como su único propósito correcto!
Proverbios 1
Motivo de los proverbios
1 Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel.
2 Para entender sabiduría y doctrina,
Para conocer razones prudentes,
3 Para recibir el consejo de prudencia,
Justicia, juicio y equidad;
4 Para dar sagacidad a los simples,
Y a los jóvenes inteligencia y cordura.
5 Oirá el sabio, y aumentará el saber,
Y el entendido adquirirá consejo,
6 Para entender proverbio y declaración,
Palabras de sabios, y sus dichos profundos.
7 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;
Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.
Amonestaciones de la Sabiduría
8 Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre,
Y no desprecies la dirección de tu madre;
9 Porque adorno de gracia serán a tu cabeza,
Y collares a tu cuello.
10 Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar,
No consientas.
11 Si dijeren: Ven con nosotros;
Pongamos asechanzas para derramar sangre,
Acechemos sin motivo al inocente;
12 Los tragaremos vivos como el Seol,
Y enteros, como los que caen en un abismo;
13 Hallaremos riquezas de toda clase,
Llenaremos nuestras casas de despojos;
14 Echa tu suerte entre nosotros;
Tengamos todos una bolsa.
15 Hijo mío, no andes en camino con ellos.
Aparta tu pie de sus veredas,
16 Porque sus pies corren hacia el mal,
Y van presurosos a derramar sangre.
17 Porque en vano se tenderá la red
Ante los ojos de toda ave;
18 Pero ellos a su propia sangre ponen asechanzas,
Y a sus almas tienden lazo.
19 Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia,
La cual quita la vida de sus poseedores.
20 La sabiduría clama en las calles,
Alza su voz en las plazas;
21 Clama en los principales lugares de reunión;
En las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones.
22 ¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza,
Y los burladores desearán el burlar,
Y los insensatos aborrecerán la ciencia?
23 Volveos a mi reprensión;
He aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros,
Y os haré saber mis palabras.
24 Por cuanto llamé, y no quisisteis oír,
Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese,
25 Sino que desechasteis todo consejo mío
Y mi reprensión no quisisteis,
26 También yo me reiré en vuestra calamidad,
Y me burlaré cuando os viniere lo que teméis;
27 Cuando viniere como una destrucción lo que teméis,
Y vuestra calamidad llegare como un torbellino;
Cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia.
28 Entonces me llamarán, y no responderé;
Me buscarán de mañana, y no me hallarán.
29 Por cuanto aborrecieron la sabiduría,
Y no escogieron el temor de Jehová,
30 Ni quisieron mi consejo,
Y menospreciaron toda reprensión mía,
31 Comerán del fruto de su camino,
Y serán hastiados de sus propios consejos.
32 Porque el desvío de los ignorantes los matará,
Y la prosperidad de los necios los echará a perder;
33 Mas el que me oyere, habitará confiadamente
Y vivirá tranquilo, sin temor del mal.
Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
¿Qué significa “el temor del Señor”?
¿Por qué el temor del Señor es el único punto de partida para construir una vida que podría caracterizarse por la sabiduría?
Mayo 21 2020
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