6 de mayo de 2020
Imagina. Hubo un momento en el que el sol salió a la luz por primera vez. Un momento en que la primera brizna de hierba emergió a través de la piel de una tierra nueva. Un momento en que el pájaro aprendió su canción por primera vez y los animales dieron los primeros pasos. Un momento en que el cielo nocturno apareció por primera vez en su grandeza y la celda más pequeña demostró por primera vez su intrincado diseño.
Antes de todo esto, Dios era. Él habló y todo se hizo. Respiró y comenzó la vida.
El salmista nos recuerda aquí que nuestra salvación no está en reyes, ejércitos o poder militar, sino solo en Dios, el Creador de todo. Entonces, ¡que sea tu ayuda y escudo! Y si Dios nos ha elegido en Cristo para ser su pueblo, ¿cómo no podemos regocijarnos? ¿Cómo no podemos dar gracias? ¿Cómo no podemos cantar y gritar de alegría?
¡Lee este salmo con un corazón rebosante de gratitud y gozo! Nuestro Dios es más grande que cualquier pandemia, y nuestra esperanza está en Él. ¡Recuerda lo grandioso que es y cuánto te ama!
Salmos 33
Alabanzas al Creador y Preservador
1 Alegraos, oh justos, en Jehová;
En los íntegros es hermosa la alabanza.
2 Aclamad a Jehová con arpa;
Cantadle con salterio y decacordio.
3 Cantadle cántico nuevo;
Hacedlo bien, tañendo con júbilo.
4 Porque recta es la palabra de Jehová,
Y toda su obra es hecha con fidelidad.
5 El ama justicia y juicio;
De la misericordia de Jehová está llena la tierra.
6 Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos,
Y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.
7 El junta como montón las aguas del mar;
El pone en depósitos los abismos.
8 Tema a Jehová toda la tierra;
Teman delante de él todos los habitantes del mundo.
9 Porque él dijo, y fue hecho;
El mandó, y existió.
10 Jehová hace nulo el consejo de las naciones,
Y frustra las maquinaciones de los pueblos.
11 El consejo de Jehová permanecerá para siempre;
Los pensamientos de su corazón por todas las generaciones.
12 Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová,
El pueblo que él escogió como heredad para sí.
13 Desde los cielos miró Jehová;
Vio a todos los hijos de los hombres;
14 Desde el lugar de su morada miró
Sobre todos los moradores de la tierra.
15 El formó el corazón de todos ellos;
Atento está a todas sus obras.
16 El rey no se salva por la multitud del ejército,
Ni escapa el valiente por la mucha fuerza.
17 Vano para salvarse es el caballo;
La grandeza de su fuerza a nadie podrá librar.
18 He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen,
Sobre los que esperan en su misericordia,
19 Para librar sus almas de la muerte,
Y para darles vida en tiempo de hambre.
20 Nuestra alma espera a Jehová;
Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.
21 Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón,
Porque en su santo nombre hemos confiado.
22 Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros,
Según esperamos en ti.
La protección divina
Salmo de David, cuando mudó su semblante delante de
Abimelec, y él lo echó, y se fue.
Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
Te animo a que en este día personalices y ores los últimos tres versículos del salmo 33 (v.20-11)
Oración
Mi Dios, espero confiado en ti; porque tú eres mi socorro y mi escudo. En ti se regocija mi corazón, porque confío en tu santo nombre. Que tu gran amor, Señor, me acompañe, tal como lo espero de ti. En el nombre mi salvador Jesucristo, amén.
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