Juan 9
Autor: Tony Gonzalez
Juan 9
Jesús sana a un ciego de nacimiento
9 Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. 2 Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, este o sus padres, para que haya nacido ciego? 3 Respondió Jesús: No es que pecó este, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él. 4 Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar. 5 Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo. 6 Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego, 7 y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo. 8 Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿No es este el que se sentaba y mendigaba? 9 Unos decían: Él es; y otros: A él se parece. Él decía: Yo soy. 10 Y le dijeron: ¿Cómo te fueron abiertos los ojos? 11 Respondió él y dijo: Aquel hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos, y me dijo: Ve al Siloé, y lávate; y fui, y me lavé, y recibí la vista. 12 Entonces le dijeron: ¿Dónde está él? Él dijo: No sé.
Los fariseos interrogan al ciego sanado
13 Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. 14 Y era día de reposo cuando Jesús había hecho el lodo, y le había abierto los ojos. 15 Volvieron, pues, a preguntarle también los fariseos cómo había recibido la vista. Él les dijo: Me puso lodo sobre los ojos, y me lavé, y veo. 16 Entonces algunos de los fariseos decían: Ese hombre no procede de Dios, porque no guarda el día de reposo. Otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer estas señales? Y había disensión entre ellos. 17 Entonces volvieron a decirle al ciego: ¿Qué dices tú del que te abrió los ojos? Y él dijo: Que es profeta.
18 Pero los judíos no creían que él había sido ciego, y que había recibido la vista, hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista, 19 y les preguntaron, diciendo: ¿Es este vuestro hijo, el que vosotros decís que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora? 20 Sus padres respondieron y les dijeron: Sabemos que este es nuestro hijo, y que nació ciego; 21 pero cómo vea ahora, no lo sabemos; o quién le haya abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos; edad tiene, preguntadle a él; él hablará por sí mismo. 22 Esto dijeron sus padres, porque tenían miedo de los judíos, por cuanto los judíos ya habían acordado que si alguno confesase que Jesús era el Mesías, fuera expulsado de la sinagoga. 23 Por eso dijeron sus padres: Edad tiene, preguntadle a él.
24 Entonces volvieron a llamar al hombre que había sido ciego, y le dijeron: Da gloria a Dios; nosotros sabemos que ese hombre es pecador. 25 Entonces él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo. 26 Le volvieron a decir: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos? 27 Él les respondió: Ya os lo he dicho, y no habéis querido oír; ¿por qué lo queréis oír otra vez? ¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos? 28 Y le injuriaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; pero nosotros, discípulos de Moisés somos. 29 Nosotros sabemos que Dios ha hablado a Moisés; pero respecto a ese, no sabemos de dónde sea. 30 Respondió el hombre, y les dijo: Pues esto es lo maravilloso, que vosotros no sepáis de dónde sea, y a mí me abrió los ojos. 31 Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ese oye. 32 Desde el principio no se ha oído decir que alguno abriese los ojos a uno que nació ciego. 33 Si este no viniera de Dios, nada podría hacer. 34 Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros? Y le expulsaron.
Ceguera espiritual
35 Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios? 36 Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en él? 37 Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, él es. 38 Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró. 39 Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados. 40 Entonces algunos de los fariseos que estaban con él, al oír esto, le dijeron: ¿Acaso nosotros somos también ciegos? 41 Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; mas ahora, porque decís: Vemos, vuestro pecado permanece.
Reina-Valera 1960 ® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988. Utilizado con permiso. Si desea más información visite americanbible.org, unitedbiblesocieties.org, vivelabiblia.com, unitedbiblesocieties.org/es/casa/, www.rvr60.bible
Devocional
El orgullo de los fariseos los cegó ante Jesús, mientras que el hombre que había sido sanado lo vio con claridad (Juan 9:39-41). La ceguera espiritual puede bloquear incluso la evidencia más obvia de la obra de Dios. Sin embargo, Jesús muestra que el sufrimiento, como la ceguera de este hombre, puede revelar la gloria de Dios (Juan 9:3). En nuestra debilidad, Su fuerza brilla con mayor intensidad (2 Corintios 12:9). Este pasaje nos desafía a considerar cómo Jesús transforma nuestras propias vidas:
- Jesús es el cumplimiento de la profecía de “abrir los ojos de los ciegos” (Isaías 42:7).
- ¿Confiamos en Él para traer claridad en medio de nuestra confusión?
- El testimonio del hombre que obtuvo la sanidad —“Una cosa sé: que habiendo sido ciego, ahora veo” (Juan 9:25)—nos anima a compartir nuestras propias historias con valentía (1 Pedro 3:15).
Así como Jesús usó las limitaciones del hombre ciego para mostrar Su poder, también puede usar las tuyas. Puede que te sientas insuficiente o pienses que tu historia no tiene impacto, pero la fortaleza de Dios a menudo se revela a través de nuestras debilidades (2 Corintios 12:9).
Compartir tu historia no tiene que ser complicado—simplemente sé fiel. ¿Dios te ha sostenido en una prueba, aliviado tu ansiedad o provisto para tus necesidades? ¡Compártelo! Otros serán animados, y Dios será glorificado. ¿Hay áreas en tu vida donde has estado ciego a la obra de Dios?
Jesús te invita a creer, confiar y seguirle, tal como lo hizo el hombre ciego después de ser sanado, quien lo adoró con un corazón agradecido (Juan 9:38).
¿Qué testimonio puedes compartir sobre cómo Jesús ha abierto tus ojos a Su verdad?
Gloria a Dios me quitó las escamas de mis ojos y puedo ver el verdadero amor que es Jesús dándome sanidad espiritual y obrando en mi vida de una manera que solo Dios lo puede hacer. El es el camino la verdad y la vida 🙏🏻
Empecé a tomar después de mis 26 años y hacia drogas lastime a mi esposa e hijos con mis insultos y golpes llevo más de 10 años que conocí al señor y e logrado el perdón de Dios y de mi familia
Gloria a Dios en las alturas, me sanó el corazón y el alma , me fortalece cada mañana grande es su misericordia y su amor es infinito, Sin ti no soy nada Padre mio, la Gloria , la honra y todo el honor son para ti 🙌
Dios gracias por abrir mis ojos y estar más atento a tu voz. Gloria a Dios por siempre.
El todo poderoso, esta trabajando en mi con amor y misericordia me esta trasformado dia a dia, con su su paciencia me esa trasformando.
Ya no soy ciega, Jesús me rescato de ese pozo de oscuridad espiritual. Toda duda termino, ahora estoy llena de fé y esperanza porque su palabra es verdadera. Su gracia y misericordia me sana y aun en mis debilidades sé que su poder actua sobre mi. Toda la honra y Gloria sea para Él.
Puedo dar testimonio personal de que pensaba estar en lo correcto en una situación hasta que un anciano de la iglesia (no me refiero a alguien viejo sino a alguien conocedor de la palabra) me exhorto en amor mostrándome con la palabra de Dios un pecado. Y gracias a esa hermana de nuestra iglesia pude quitarme la venda que satanas tenía puesta en mis ojos y pude ver la luz. Por eso aun siendo cristiana estaba con una vez da y en ese entonces despues de la exhortación en amor pude decir “Ahora veo” gracias Jesus porque fuiste eres y serás siempre mi luz. Ahora le alabo, le adoro, le sirvo, le busco en espiritu y en verdad y doy testimonio de él porque es merecedor de toda honra y toda gloria .
Muchos años estuve satisfaciendo las necesidades del mundo porque estaba ciego espiritualmente. Así como Jesús sanó al ciego en Juan, Él me quitó la venda para yo poder Su gran amor y gracia en mi vida, perdonó mis pecados y me dio una vida plena. Gracias mi Dios por darme salvación!
Doy Gracias a Dios que por sus Misericordias puedo ser testimonio, por lo cual siempre espero ser fortalecido para cumplir lo que dice 1 Pedro 3:15.
Gracias a Dios por sanarme espiritualmente y ahora deseo que siga obrando en mi para dar buen testimonio de lo que Él ha hecho en mi!!
Gracias Señor por estar conmigo y demostrarme tu Amor incondicional y ayúdanos a seguir siendo como tú quieres que sea Gracias Señor por estar siempre conmigo y familia 🙏🙏
Mientras q no veamos y entendos con Clarida siempre seremos ciegos por q no es ciego el q no ve si no el q no entiende q Jesús es nuestro camino a la salvación nos da la vida con su amor limpio nuestros pecados