Junio 4 2020
Un tema principal en el capítulo 18 del libro de Proverbios es la forma en que usamos nuestras palabras. La lengua es pequeña pero poderosa; es capaz de traer gran vergüenza y ruina (v.6-7, 13) o gran honor y bien (v.20). En el versículo 21, el autor va un paso más allá, afirmando que “la muerte y la vida están en el poder de la lengua, y los que la aman comerán sus frutos”.
Vemos que la forma en que usamos nuestras palabras es increíblemente importante: ¡las palabras que elegimos pueden cambiar el curso de nuestras vidas en un momento (ver Santiago 3: 2-6)! Jesús dijo que seremos juzgados según “cada palabra descuidada [que] hablamos” (Mateo 12:36), y que las palabras que decimos revelan la condición de nuestros corazones (Lucas 6:45).
Nuestras palabras pueden impartir vida, o pueden infligir daño. Pueden estar llenas de gracia o llenas de destrucción. ¡Mientras buscamos vivir en la sabiduría de Dios al seguir a Jesús, debemos ser prudentes en la forma en que usamos nuestras palabras! La comunicación verbal es un regalo de Dios; ¡utilicémosla para hablar gracia y verdad!
Proverbios 18
18 Su deseo busca el que se desvía,
Y se entremete en todo negocio.
2 No toma placer el necio en la inteligencia,
Sino en que su corazón se descubra.
3 Cuando viene el impío, viene también el menosprecio,
Y con el deshonrador la afrenta.
4 Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre;
Y arroyo que rebosa, la fuente de la sabiduría.
5 Tener respeto a la persona del impío,
Para pervertir el derecho del justo, no es bueno.
6 Los labios del necio traen contienda;
Y su boca los azotes llama.
7 La boca del necio es quebrantamiento para sí,
Y sus labios son lazos para su alma.
8 Las palabras del chismoso son como bocados suaves,
Y penetran hasta las entrañas.
9 También el que es negligente en su trabajo
Es hermano del hombre disipador.
10 Torre fuerte es el nombre de Jehová;
A él correrá el justo, y será levantado.
11 Las riquezas del rico son su ciudad fortificada,
Y como un muro alto en su imaginación.
12 Antes del quebrantamiento se eleva el corazón del hombre,
Y antes de la honra es el abatimiento.
13 Al que responde palabra antes de oír,
Le es fatuidad y oprobio.
14 El ánimo del hombre soportará su enfermedad;
Mas ¿quién soportará al ánimo angustiado?
15 El corazón del entendido adquiere sabiduría;
Y el oído de los sabios busca la ciencia.
16 La dádiva del hombre le ensancha el camino
Y le lleva delante de los grandes.
17 Justo parece el primero que aboga por su causa;
Pero viene su adversario, y le descubre.
18 La suerte pone fin a los pleitos,
Y decide entre los poderosos.
19 El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte,
Y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar.
20 Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre;
Se saciará del producto de sus labios.
21 La muerte y la vida están en poder de la lengua,
Y el que la ama comerá de sus frutos.
22 El que halla esposa halla el bien,
Y alcanza la benevolencia de Jehová.
23 El pobre habla con ruegos,
Mas el rico responde durezas.
24 El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo;
Y amigo hay más unido que un hermano.
Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
Pregunta de discusión familiar
– ¿Por qué las palabras pueden ser tan influyentes, para bien o para mal? ¿De qué manera podemos asegurarnos de que estamos usando nuestras palabras de manera que honren al Señor?
Junio 4 2020