Multiply Iniciativa de Generosidad

NATHAN LI

Champion Forest Baptist Church ha impactado mi vida grandemente.

Cuando yo tenía 7 años, mi padre falleció dejándonos solos a mi madre, mi hermana de un año y a mi. Aunque de esto hace 9 años ya, sigue siendo difícil recordar esos momentos, pero puedo estar seguro de una cosa: la iglesia se convirtió en un ancla para nosotros. No puedo imaginar dónde estaría sin la influencia constante de mi grupo de vida, o sin la posibilidad de estar involucrado en ministerios donde, junto a otros jóvenes de Champion Forest, podía servir en proyectos comunitarios.

Como estudiante de secundaria, lucho con las dificultades y los retos de la vida. Champion Forest me ha permitido encontrar sanidad y esperanza a través de los viajes misioneros, campamentos y los estudios bíblicos. Además, en CFBC he podido desarrollar los dones que Dios me ha dado y crecer en mi caminar diario con Cristo. Sé que no estaría donde estoy ahora sin el rol tan importante de la iglesia en mi vida. Estoy muy agradecido de ser parte de esta familia de Dios y me siento feliz de llamar a CFBC mi casa.

Eliacin Y Yesselyn Casillas

Mi familia y yo estamos agradecidos de ser parte de Champion Forest Baptist Church, un lugar al que llamamos hogar. Ver que nuestros hijos aman la iglesia, verlos crecer con Dios a una edad temprana no tiene precio.

En el momento en que cruzamos las puertas de CFBC, experimentamos el amor y la gracia de Dios y nos sentimos abrumadoramente aceptados. En ese momento supimos que queríamos ser parte de lo que Dios estaba haciendo aquí. Hemos estado asistiendo a CFBC desde 2014 y, desde entonces, hemos sido desafiados a ir más allá en nuestra relación con Dios, hemos visto crecer nuestra fe invirtiendo en relaciones con otros que también quieren crecer y, sobre todo, hemos sido desafiados a generar un impacto en el mundo. En CFBC encontramos un lugar donde podemos usar nuestros talentos y ayudar a otros a crecer. No podríamos estar más emocionados de ser parte de una iglesia diversa que comparte el evangelio en nuestra comunidad y en todo el mundo.

Estamos agradecidos de poder estar en este momento tan importante de nuestra iglesia. Nos sentimos bendecidos de tener la oportunidad de sembrar e invertir en el Reino de Dios, no sólo con nuestros talentos y nuestro tiempo, sino también financieramente. ¡Anhelamos ver las promesas de Dios cumplidas mientras continuamos expandiendo nuestro impacto en el noroeste de Houston y más allá!

Sonny Y Tiffany Sedate

Dios me llamó al arrepentimiento y a la fe cuando yo era pequeño. Fue como una palmada fuerte en la cabeza, "Apártate del pecado. Cree en mí. Compártele a alguien”. Bueno, yo era un niño con una gran imaginación; pero no estaba confundido sobre lo que necesitaba hacer... lo que tenía que hacer... inmediatamente. Un poco más tarde, aun siendo joven, soñé con ser misionero.

Décadas más tarde, Tiffany y yo habíamos estado sirviendo durante años principalmente en los ministerios de niños y jóvenes de CFBC. Todavía orábamos por misiones, enseñábamos misiones y dábamos para las misiones, pero no orábamos por ser misioneros (excepto cuando participábamos de un corto viaje misionero). Habíamos encontrado nuestro lugar de servicio y estábamos realmente contentos.

El plan de Dios es perfecto; pero todavía no está terminado... así Dios nos llamó a convertirnos en misioneros, quitando obstáculos y glorificándose en todo el camino, de maneras totalmente inesperadas, absolutamente perfectas e incómodamente inciertas.

Entonces, pasamos de vivir en una gran casa en Texas a vivir en un pequeño apartamento urbano en Lisboa, encima de una ocupada tienda de helados. Metimos todo lo que teníamos en un par de maletas y respondimos al llamado. No había aire acondicionado, ni secadora de ropa, ni carro y se hablaba un idioma diferente. El 0.6% de la población era evangélica e iba en disminución.

Al principio, cuando fuimos llamados, un amigo exclamó: "¡Tremendo, eso es como ser un misionero en Disney World!" Y... sí, Lisboa es un destino turístico muy popular. El clima es glorioso, la comida es maravillosa, la gente es cortés. Sin embargo, sólo 1 de cada 200cree, o más bien 199 de 200 van hacia una eternidad separada de Dios. Entonces, ¿qué hará Dios? No lo sabemos. Pero, sabemos que nunca estamos solos. Sabemos que siempre somos amados. Sabemos que hemos sido llamados a confiar y obedecer, a dar y a ir... a multiplicar discípulos y a plantar iglesias.