Estamos tomando 21 días como iglesia para enfocarnos en la oración.

Durante este tiempo, vamos a crecer en la oración alimentándonos del libro de alabanzas del pueblo de Dios, los Salmos. Te invitamos a que leamos y meditemos en el salmo cada día y luego, en respuesta, oremos ese salmo cada uno en sus propias palabras. Al final de cada devocional encontrarás un modelo de como orar el salmo.  El propósito de este tiempo es que todos crezcamos en nuestra vida de oración y ajustemos nuestro ritmo al latir del corazón del Señor.

Aquí, en el Salmo 1, tenemos la puerta de entrada a la oración.  

Vemos que cualquiera que se deleite en la Ley del Señor y no camine en el consejo de los impíos será bendecido. El salmista lo llama ¡bienaventurado, dichoso, feliz! Además, el salmista hermosamente compara a ese hombre, que medita en la Palabra de Dios, con un árbol sembrado junto a corrientes de agua.  Dicho hombre no se secará, su hoja siempre se mantendrá verde y nunca dejará de dar buen fruto.

Salmos 1

El justo y los pecadores

1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
    Ni estuvo en camino de pecadores,
    Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;

Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche.

Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae;
Y todo lo que hace, prosperará.

No así los malos,
Que son como el tamo que arrebata el viento.

Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio,
Ni los pecadores en la congregación de los justos.

Porque Jehová conoce el camino de los justos;
Mas la senda de los malos perecerá.

Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

En respuesta, ¡toma las palabras del Salmo 1 y conviértela en tu propia oración! Por ejemplo:

Padre, quiero experimentar la bendición que solo viene de deleitarme y meditar en tu Ley. Ayúdame a no caminar en el consejo de los rechazan tu verdad. Dame la sabiduría y el discernimiento para no buscar el camino de los pecadores. ¡Por favor, dame el deseo de meditar en tu Ley día y noche y deleitarme en ella! Quiero dar fruto para ti. Ayúdame a ser como un árbol que está plantado junto a corrientes de agua. Ayúdame a ser continuamente alimentado por ti y Tu palabra. Amén.

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